IU trata de lograr una cita con PP y PSOE para negociar el acuerdo
Izquierda Unida no quiere desaprovechar la oportunidad que le brindan las dudas que, según sostienen, hay entre los socialistas sobre la posible modificación del pacto antiterrorista firmado por PP y PSOE. Por eso su coordinador general, Gaspar Llamazares, está buscando por todos los medios -ya ha mandado una carta al PP, al PSOE y al Gobierno- una reunión en la que pueda exponer las modificaciones que sugiere la coalición, que ya han reducido a cuatro puntos. A su juicio, eso serviría, al menos, para dejar en evidencia la "cerrazón" del PP.
La dirección de Izquierda Unida confía en que la primera reunión de la comisión de seguimiento del pacto PP-PSOE, que se hará mañana, sirva para establecer la fórmula que atraiga a otras fuerzas, pero especialmente a CiU y a IU, que sugieren modificaciones muy similares.Los cambios que propone la federación de izquierdas han quedado reducidos a cuatro. Fundamental es la modificación del preámbulo en el que se exige al PNV y EA el "abandono formal" del Pacto de Lizarra si quiere llegar a acuerdos con el PP y el PSOE. También pide que se añada a la estrategia policial defendida en el acuerdo una ofensiva política e institucional. Además, que se incorpore al texto el punto número 10 del Pacto de Ajuria Enea, en el que se hablaba de "solución dialogada" tras el fin de la violencia. Y, finalmente, que la comisión de seguimiento se transforme en una comisión parlamentaria con todos los partidos.
Llamazares ha enviado una carta al PP, PSOE y Gobierno en la que expone la posición de IU. Además, tiene intenciones de reunirse en breve con el líder de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, y el viernes tiene ya concertada una cita con Jordi Pujol, el presidente de Cataluña. Sólo falta la respuesta del Ejecutivo. Nada más ser elegido, el pasado 29 de octubre, pidió una entrevista con Aznar, y aún no le ha respondido; aunque el Rey ya le recibió el pasado día 12.
El pacto antiterrorista está logrando por primera vez en muchos meses que IU aparezca en los medios por su posición política y no por las luchas internas entre sus dirigentes. Y la división entre sus máximos dirigentes a nivel federal es casi nula. Francisco Frutos, secretario general del PCE que perdió el liderazgo de IU frente a Llamazares por sólo 26 votos, dijo el sábado en una reunión de los comunistas que su posición es "la misma" que la de Llamazares y la de Rosa Aguilar, la alcaldesa de Córdoba.
La única divergencia, al menos en los tonos, surge en el País Vasco. Ayer, Zapatero exigió a IU que pida a Javier Madrazo, su coordinador en Euskadi, "que no se alíe con Otegi". Allí la coalición está, como en casi todas partes, muy dividida. Madrazo gobierna con el 57% del apoyo, enfrentado a los comunistas del EPK. Llamazares no quiere abrir una crisis y por eso mantiene una especie de línea caliente con el dirigente vasco para coordinar los mensajes que se dan. Pero los tonos de Madrazo son distintos, y en el asunto del pacto suenan mucho menos conciliadores.
El coordinador general negó ayer en Zaragoza -donde fue elegido Luis Laviña como nuevo coordinador de IU en Aragón con el 60% de los votos- que haya discrepancias. El líder asturiano argumenta que los "matices" de Madrazo son comparables a los que pueden ofrecer Pasqual Maragall u Odón Elorza en el PSOE. Pero lo que tienen claro la mayoría de los dirigentes es que si la situación se llegara a desbocar y Llamazares tuviera que optar entre contentar a Madrazo o aprovechar la oportunidad de recuperar el pulso con un éxito como el de lograr modificar el pacto antiterrorista, aunque sea mínimamente, apostaría por la segunda opción con el apoyo de la mayoría de IU.
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