_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Sectas

Allá por 1985 me hicieron "tragar" un reportaje-denuncia sobre la Iglesia de la Cienciología, aquí llamada Dianética, sólo porque al sobrino de uno de los consejeros de aquel semanario "le había ido bien su método contra las drogas". Uno de los objetivos de las sectas más inteligentes es captar gente relacionada en ámbitos de poder y dinero, y en eso es maestra cierta Obra. La Cienciología triunfa en Hollywood, pero en Europa ha sufrido procesos y prohibiciones, y al final el escándalo, en España, fue inevitable, acabando sus dirigentes en el banquillo.Al parecer, la costa de La Marina y Canarias son paraísos de iluminados. También he visto curiosos imperios agrícolas cerca de Alcoi, macumbas en Carcaixent, curanderas en L'Altet y hasta una rubicunda Marie Laveau tejiendo conjuros en la muntanyeta de Alzira.

Pero más allá del pequeño timo, está el grupo organizado y transnacional: unos 200 en catálogo. Son combativos y poseen una capacidad de intimidación sin límites, incluso sobre diputados, policías, abogados, jueces y periodistas. Actúan en base a la extorsión mafiosa y producen sufrimiento y esclavitud. Como empresas, resultan rentabilísimas: no hay que detraer sueldos ni impuestos, todo son entradas (dicen que una brasileña ha llegado a ingresar 200.000 millones en un año). Conozco una organización contra la droga cuyos dirigentes viajan en Mercedes y guardan cientos de millones bajo la cama. Algunas se disfrazan de ONG, y últimamente asoman las de estilo chino, que empiezan con ejercicios respiratorios y acaban en la ultraderecha.

Aunque alguna víctima ritual ya hemos tenido, dudo que el espíritu del suicidio masivo arraigue entre los valencianos, más permeables a los estilos "psicológico", "cultural" o "humanitario". Temen los investigadores que la pública persecución de estos grupos les inocule una vitalizadora dosis de victimismo milenarista. Pero algo habrá que hacer, como prestigiar más la escuela y menos el esoterismo. Puede que el sacerdote Priscilo Ruiz Picazo haya sido apuñalado en Gandía por el verdadero Maligno: el broker del psicomercado, traficante de ignorancia y desvalimiento, garrapata vampirizadora de atribulados humanos que, como casi todo el mundo, sólo anhelan compañía... y cinco céntimos de felicidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_