"No se nos puede ir la olla"
Ha jugado en el Real Madrid, el Barcelona, la selección nacional... Pero los mejores momentos de su carrera los está viviendo en el Rayo Vallecano. Los malos tiempos para Julen Lopetegui, de 34 años, pertenecen a un pasado en el que, dice, "jamás" hizo "el ridículo". Guardián de la portería del equipo de moda, tuerce el gesto cuando se le habla de Johan Cruyff, su entrenador en el club azulgrana, y se ríe cuando oye que los barcelonistas, que visitan hoy Vallecas, están en horas bajas.Pregunta. Dado lo que allí le ocurrió, no tendrá usted un especial cariño al Barcelona...
Respuesta. ¿Por qué no? Deportivamente, no fue la mejor época de mi vida. Pero, socialmente, aprendí mucho. Allí jugué tres años.
P. Jugar, lo que se dice jugar... Sólo participó en siete partidos de la Liga. Mejor sería decir que estuvo allí.
R. Siete partidos de la Liga, tres de la Copa de la UEFA, diez de la Copa... Allí estuve y allí jugué. Cuando eres suplente, juegas lo que te dejan.
P. Lo que le dejó Johan Cruyff. Se supone que no estará entre sus muchos admiradores.
R. Cruyff era un hombre diferente en todos los sentidos. Tuvo a su cargo a la mejor plantilla de la historia azulgrana y ganó cuatro Ligas. Cuando esos jugadores se fueron, no ganó ninguna. Cruyff era un buen entrenador, sin duda, pero me habría gustado verle dirigiendo a un equipo pequeño. Triunfar con aquel Barça era fácil. Lo difícil es hacerlo en un equipo como el Rayo.
P. ¿Llegó a pensar en el Barça que no servía para un equipo grande?
R. Si no hubiera servido, no habría ido 35 veces a la selección.
P. Al banquillo de la selección.
R. Hombre, claro. El titular era Zubizarreta y yo sólo jugué un partido. Pero allí estaba. Mire, para terminar con mi época barcelonista, allí no pude jugar diez partidos seguidos, los precisos para poder juzgar a un portero. Enseguida supe que nadie me iba a ayudar y, al final, no me dejaron ni fracasar.
P. Aquel Barça asustaba. No se puede decir lo mismo del actual.
R. Asustaba, cierto, pero ganó tres Ligas en el último minuto y porque otros equipos fallaron. Tan superior no sería cuando estuvo a punto de quedarse sin esos títulos.
P. Insisto, el actual no asusta a nadie.
R. A mí nunca me ha asustado ningún equipo y ningún jugador, pero el peor Barça sigue siendo un grande.
P. La clasificación sitúa al Rayo por delante.
R. ¿Pero hay alguien capaz de compararnos con el Barça? No se nos puede ir la olla. En un partido Rayo-Barça, el favorito es y será siempre el Barça, un equipo que tiene jugadores como Rivaldo, Kluivert, Luis Enrique o Guardiola, estrellas a nivel mundial. Esa gente, jugando mal, es capaz de ganarte.
P. Siendo usted madridista, siente una enorme admiración por el Barcelona.
R. Yo no soy madridista. De pequeño era de la Real Sociedad y ahora soy rayista hasta la médula.
P. Pues puso usted un restaurante con un hijo de Lorenzo Sanz.
R. ¿Y qué? Yo tengo muchos amigos. Jugué en el Madrid y nunca me olvidaré de todo lo que me enseñaron allí. Pero el equipo que me ha llegado al corazón es el Rayo.
P. Un Rayo que asombra en la Liga y que sigue vivo en la Copa de la UEFA y la del Rey. Algún día un rival les dará un buen palo.
R. El éxito da tranquilidad. No estamos acostumbrados a triunfar en tres competiciones. Pero cuanto más tiempo pase y sigamos en esa línea pesará más la moral que el cansancio.
P. Se dice que el Rayo es un equipo muy trabajado, que lucha mucho, magnífico a nivel táctico... Lo que nunca se dice es que juega bien al fútbol.
R. Porque a todo se le pone etiqueta. Claro que el Rayo juega bien al fútbol, pero el equipo que gana es el que responde táctica, técnica y físicamente. El que le echa al fútbol sal y pimienta.
P. ¿Qué le parece el debate que se ha abierto sobre Pelé y Maradona?
R. Una tontería. ¿Quién puede decir cuál es el mejor? ¿Quién es mejor: Carl Lewis o Jesse Owens? Sólo se puede comparar a quienes han coincidido en la misma época. Lo otro es un disparate.
P. En la misma época juegan Figo y Zidane. Y también se les compara.
R. Más allá de los títulos, el mejor jugador del mundo es Figo. Y con diferencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.