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Entrevista:MANUEL F. ÁLVAREZHISTORIADOR

"Carlos V fue honesto y dejó el poder. ¿Quién hace eso ahora?"

Considerado el máximo experto en los Austrias, el historiador y académico Manuel Fernández Álvarez (Madrid, 1921) acaba de obtener el reconocimiento a más de medio siglo de investigación sobre la figura del emperador. Su biografía, Carlos V, el césar y el hombre, que ya va por su séptima edición, ha sido distinguida con el sexto Premio Don Juan de Borbón al Libro del Año, que promueve La Vanguardia. El historiador cerró anoche el ciclo El reino de Sevilla en la época de Carlos V que ha venido celebrando la Diputación de Sevilla por diversos pueblos de la provincia con una charla sobre el encuentro del emperador con su futura esposa, Isabel de Portugal, en el Real Alcázar sevillano.Pregunta. ¿Cómo influyó el matrimonio del emperador en su política?

Respuesta. Fue un encuentro espléndido que al principio comenzó como una boda de Estado, con las frías negociaciones de las capitulaciones matrimoniales y las alianzas políticas, y se convirtió en algo inesperado, una aventura amorosa entre ambos que tuvo de inmediato su reflejo político: Carlos está tan seguro de Isabel que la deja al frente de la monarquía española cuando sale de viaje, cosa que hace con frecuencia. Isabel no es sólo la perfecta casada, sino el alter ego de Carlos V, por su propia categoría y porque tenía toda la confianza del emperador enamorado.

P. ¿Qué destacaría más de Carlos V como estadista?

R. Ahí está Europa. Hay cierta propaganda que presenta a un Carlos V que no tiene nada que ver con Europa y la cristiandad. Eso es absurdo. ¿Dónde estaba la cristiandad entonces? Estaba en Europa y ambos conceptos son sinónimos. Cuando hace algo por la cristiandad tiene un quehacer político por Europa. Carlos V era un emperador de la cristiandad europea. Trata de defender una Europa unida frente al enemigo exterior, el turco, y unida también espiritualmente en el interior, que empieza a mostrar fisuras en el aspecto religioso. Y eso tiene que ver con la Europa de hoy, porque si va ser una realidad y un proyecto de futuro tiene que contar con un pasado y la referencia a Carlos V es obligada en esa historia de Europa. No es el gran ausente como algunos han dicho, la recorrió desde los Países Bajos a Italia en su intento de que no se desvertebrara. Fue un gran viajero por obligación, no por placer.

P. ¿Deberían aprender algo los políticos de ahora de su figura?

R. Carlos V entendía que la política no podía estar disociada de la moral. Tenía un sentido ético de la existencia que le acompañó en su poder. Eso Menéndez Pidal lo vio perfectamente. Deja el poder porque se siente obligado a ello, para evitar un daño. Es un político honesto, fiel a su compromiso de quehacer imperial. Está al servicio del poder, no al revés. ¿Quién deja el poder ahora?

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