Biblioteca Nacional decimonónica
En el cuadernillo de Madrid del día 30 de noviembre de 2000 aparece una información sobre la inauguración oficial del edificio de la Biblioteca Nacional, con la presencia de los Reyes de España, para el día 11 de diciembre. El titular lo dice todo: "La Biblioteca Nacional, lista para el nuevo milenio". Desafortunamente, la realidad desmiente la información que desde la Administración se pretende difundir acerca de esta Biblioteca, que es más del siglo XIX que del XXI, un depósito de libros donde prima la conservación sobre la difusión. El personal es escaso, hay que esperar bastante tiempo (a veces más de una hora hasta que sirven lo pedido); el catálogo automatizado es anticuado, lento y poco flexible (no permite navegar por las pantallas con facilidad); aún persisten enormes catálogos manuales que hace mucho tiempo que ya deberían estar informatizados.Es frecuente que desde que se edita un libro hasta que está disponible al usuario transcurran varios meses (a veces más de un año). No es una biblioteca moderna y al servicio de la cultura y la investigación, sino un "cementerio" de libros apilados y salas cerradas o infrautilizadas (la excusa de las obras no justifica que la mayor parte de los libros del servicio de Documentación bibliotecaria hayan estado más de tres años en un depósito cerrado o que la sala de Cartografía no preste servicio público). Como un ciudadano interesado en el desarrollo de la ciencia y la cultura, pediría que el Parlamento destinase más presupuesto para la BN y que la inauguración del edificio no oculte la realidad de una institución obsoleta que es utilizada por el Gobierno como elemento propagandístico, ocultando la dura situación de la Biblioteca, escasa de presupuesto y anticuada.- Luis García López.
