Todas las cumbres se celebrarán en Bruselas tras la primera ampliación

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, confirmó ayer que todas las cumbres de los líderes de la UE se acabarán celebrando en Bruselas. La capital comunitaria acogerá ahora una de cada dos reuniones del Consejo Europeo (formado por los jefes de Estado o Gobierno de la UE). A partir del momento en que la UE esté formada por 18 países, Bruselas será la sede de todas las cumbres, normalmente dos por semestre, que hasta ahora se han celebrado en el país al que le correspondía presidir la UE.Se trata, dijo Prodi, de "una decisión sensata" para terminar con el carácter itinerante del Consejo Europeo. De paso, agregó, Bruselas reforzará "su carácter de capital de Europa".

La posibilidad de establecer ese sistema, confirmado ayer por Prodi, fue planteada por Francia en Niza el pasado domingo, en un momento en que Bélgica bloqueaba el acuerdo final de la cumbre. El malestar de Bélgica se debía a que, según la propuesta oficial sobre la mesa, Holanda (15 millones de habitantes) tendría más votos que Bélgica (10 millones) por primera vez desde que se creó la UE. Finalmente, Holanda tendrá 13 votos, uno más que Bélgica, pero este país tendrá algunas compensaciones.

Guy Verhofstadt, primer ministro belga, aseguró el lunes en Bruselas que él no había pedido esa compensación en concreto y que aún no había respondido si aceptaba o no. Todo parece indicar que lo hizo unas horas después.

Como capital comunitaria, Bruselas se beneficia de cuantiosos ingresos económicos. El aspecto económico es un asunto que ahora tendrá que determinarse. Los costes de las cumbres son sufragados por el país que las organiza, pero ahora se negociará si corren a cargo de quien presida cada semestre la UE, si los pagan entre todos o si Bélgica debe hacer alguna aportación especial.

Uno de los argumentos para realizar este cambio se basa en que algunos de los futuros países de la UE son demasiado pequeños y no cuentan con infraestructuras adecuadas para organizar una cumbre, que, además de los líderes europeos, reúne a miles de diplomáticos, funcionarios, policías o periodistas.

España, que presidirá la UE en el primer semestre de 2002, tenía previsto celebrar una cumbre en Barcelona y otra en Sevilla. Ahora tendrá que elegir entre una de las dos capitales.