Los árboles que reflejan menos luz solar

Los árboles absorben carbono de la atmósfera y lo almacenan, así que plantar nuevos bosques debería tener un claro efecto positivo en la atenuación del cambio climático provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo dióxido de carbono. Sin embargo, "en muchas áreas, los beneficios climáticos de plantar más árboles no serán tan grandes como sugiere su potencial de sumidero de carbono", afirman los investigadores del Centro Hadley.En un experimento de modelización del clima futuro, los científicos han estudiado el efecto de plantar bosques de coníferas (árboles de hoja perenne oscura) en las regiones situadas por encima de 30 grados de latitud Norte y han comparado los resultados con la situación si esas zonas se utilizan para cultivos agrícolas.

Los bosques, al ser oscuros, reflejan menos radiación solar que los campos de cultivo, sobre todo si éstos se cubren de nieve. Por este mecanismo, los nuevos bosques tienen un efecto de calentamiento del clima, efecto que resulta especialmente significativo en las regiones boreales donde los campos se convierten en grandes extensiones blancas en invierno. Los científicos del Hadley advierten que todavía hay muchas incertidumbres en sus estimacines, sobre todo debido a las predicciones de cantidad de nieve y de reflectividad del suelo. "Pero los resultados muestran claramente que el efecto beneficioso sobre el clima de los sumideros de carbono adicionales creados por las prácticas de aforestación y reforestación pueden, al menos parcialmente, resultar superados por los cambios en la reflectividad del suelo, al reemplazar con árboles la cubierta de la superficie terrestre de color más claro", concluyen.

La cuestión es candente ya que el gran escollo insalvable en la última conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático -celebrada en La Haya- se centró en el papel de los bosques como sumideros de carbono y la forma de contabilizarlos. La UE se aferró a las incertidumbres sobre los sumideros, enfrentándose al deseo estadounidense de contabilizar su efecto a toda costa.