Aznar designará sucesor en privado tras consultar a una decena de dirigentes del PP

José María Aznar resolverá durante la primavera y el verano de 2003, tras mantener una serie de conversaciones privadas y bilaterales con alrededor de una decena de dirigentes de peso del PP, la designación de su sucesor como candidato de ese partido para las próximas elecciones generales. Los máximos responsables del PP ya tienen asumido que ése será el método para afrontar una de las cuestiones más espinosas que quedan en esta legislatura, y lo comparten.El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, el domingo, en una entrevista en Abc, consideraba "lo más lógico" que Aznar liderase ese "periodo de consultas entre personas que tengan cierta autoridad en el partido". Y ésa es la opinión más extendida en el PP sobre cómo se producirá la sucesión. Luego, cuando Aznar ya haya comentado su criterio con los tres vicesecretarios generales del PP (Rajoy, Rodrigo Rato y Jaime Mayor), con el secretario general Javier Arenas, con algún otro ministro o dirigente y con determinados barones territoriales (el presidente fundador, Manuel Fraga; Eduardo Zaplana; Alberto Ruiz Gallardón; Juan José Lucas), se llevará el nombramiento al Comité Ejecutivo, y en otoño de 2003 a la Junta Directiva Nacional.

Relevantes miembros del PP (Rajoy, Rato, Josep Piqué, Arenas, Federico Trillo, y hasta Fraga) han emprendido en los últimos meses y semanas una campaña de adhesiones para demostrarle en público al presidente su aprecio, con frases en las que incluso le recomiendan que rectifique su promesa de no volver a presentarse. Eso sí, todos puntualizan inmediatamente su convencimiento de que esa marcha atrás no se producirá porque Aznar cumplirá su palabra.

El propio Aznar, que se niega a adelantar ese debate, quiso ayer mostrarse comprensivo con la intervención en esta polémica de Rajoy, que el domingo daba a entender que las circunstancias podrían hacerle cambiar de opinión al actual presidente porque nada es imposible. Ésa es la explicación que el propio Rajoy ha ofrecido más tarde a los dirigentes del PP que le consultaron por la repercusión de sus palabras.

Aznar, ayer en Niza, se limitó a señalar que "a lo mejor es que el vicepresidente primero del Gobierno quiere mucho a su presidente, quizá demasiado".

Pero esa expresión de Rajoy no ha sido la única en ese sentido. Fraga abrió esa espita hace algo más de un año cuando le recomendó que reconsiderase su promesa durante un mitin en Sevilla. Este verano, tanto Arenas como Rato apuntaron que el mejor candidato de su partido para el futuro seguía siendo Aznar. Línea en la que se reafirmaron ayer públicamente ministros como Piqué y Trillo, para apostillar que esos "deseos personales" tienen escasa posibilidad de éxito con Aznar.