Los documentos sobre la 'legionella' en Alcoy revelan la falta de coordinación en su combate

La documentación oficial remitida a las Cortes sobre los sucesivos brotes de legionella detectados Alcoy desde septiembre de 1999 pone de manifiesto una evidente falta de coordinación entre los responsables políticos implicados. El estudio epidemiológico elaborado por el Instituto de Salud Carlos III define un patrón que se repite en el informe sobre el segundo brote registrado entre abril y junio de 2000. Según fuentes parlamentarias, los estudios casi permiten anticipar el tercer episodio infeccioso registrado a partir del pasado septiembre y que se ha cobrado ya cinco víctimas.

El brote de legionella registrado en la localidad madrileña de Alcalá de Henares en 1996 podía haber servido de modelo a los responsables de Salud Pública de la Generalitat. El Boletín Epidemiológico del Ministerio de Sanidad recoge en dos números sucesivos las acciones desarrolladas por los responsables públicos de la Comunidad de Madrid y destaca su eficacia para "reforzar las mecanismos de coordinación institucional y unificar los mensajes dirigidos a los habitantes de Alcalá de Henares y a los medios de comunicación".Aquel comité fue presidido por la consejera de Sanidad y Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. El alcalde de Alcalá de Henares, el director provincial del Insalud y un miembro de la dirección del Instituto de Salud Carlos III asumieron la coordinación de las actividades de cerca de una veintena de técnicos y expertos en salud pública, medicina y microbiología.

El brote fue identificado, su origen fue localizado y el foco infeccioso fue erradicado en el plazo de un mes y medio. Los comentarios del boletín concluyen que "las medidas preventivas, adoptadas con celeridad, demostraron su eficacia en el control del brote".

Pero la Generalitat no aplicó tal modelo. Los documentos cruzados entre miembros de las delegaciones territoriales de Sanidad y Medio Ambiente con el Ayuntamiento de Alcoy sugieren que la preocupación por localizar el origen del brote entre funcionarios es muy superior a la de sus respectivos responsables políticos, según fuentes parlamentarias.

La documentación también revela que las pautas de localización y factores de riesgo apuntados en el primer estudio epidemiológico del Instituto Carlos III se repiten en un segundo estudio, elaborado por la dirección general de Salud Pública ante el brote detectado entre abril y julio de 2000.

"Dado que nos encontramos en una situación idéntica a lo sucedido entre septiembre y febrero de 2000, y como no se ha localizado ningún foco", reza el segundo informe, "recomendamos: mantener el sistema de vigilancia activo; continuar con la búsqueda de instalaciones de riesgo y con el control medioambiental".

El Ayuntamiento de Alcoy llegó a convocar a los titulares de diversas torres de refrigeración el 31 de agosto para exigir que limpiaran sus instalaciones antes de ponerlas en marcha después de las vacaciones. Pero apenas 15 días después se detectaron nuevos casos.

Fuentes parlamentarias lamentan que el tercer brote estaba anunciado. Sólo el pasado 31 de noviembre, el Ayuntamiento clausuró una balsa de agua ajena a la red de abastecimiento municipal de la que se nutría una de las torres que ya había sido desinfectada en otras ocasiones. Una medida tardía cuando el primer estudio del Instituto Carlos III ya pedía controlar las "captaciones de aguas propias", porque podrían provocar nuevos casos "si las condiciones ambientales llevan a un aumento de la temperatura".