Por amor al arte en Moguer
Fernando Serrano consigue introducir en el mercado artístico al pueblo onubense
Moguer, un pueblo de 13.000 habitantes que vive de la agricultura, se había acostumbrado a que lo poco que le llegaba relacionado con la cultura tenía el sello de Juan Ramón Jiménez. Hace una década llegó al instituto que lleva el nombre del insigne premio Nobel un nuevo profesor de dibujo, Fernando Serrano. Un hombre tan enamorado del arte contemporáneo que lo primero que hizo en el pequeño municipio onubense fue desmantelar el salón de su casa y convertirlo en una improvisada galería de arte contemporáneo.En esas condiciones organizó su primera exposición, una muestra de esculturas del sevillano Olegario, la galería Fernando Serrano. Esa mezcla de tesón, arrojo, apuesta por los jóvenes artistas y eclecticismo en los géneros hizo el milagro y, en tan sólo cinco años, las difíciles y estrechas puertas de la feria de Arte Contemporáneo de Madrid (Arco) se abrieron por primera vez para una galería onubense. Desde 1995 la galería Fernando Serrano es una de las pocas andaluzas -este año han participado siete- que desde entonces asiste a Arco.
El galerista, que desde el principio afrontó el reto de crear un espacio para el arte contemporáneo en un pequeño municipio junto a su esposa y colaboradora Mar Riolobos, ha conseguido que el pueblo de Moguer le suene a coleccionistas de arte de Colonia, Zurich, Turín o Lisboa. De estas ciudades son algunos de los amantes del arte que han seguido el trabajo del galerista desde que abrió las puertas de su casa.
"En casa organizamos cinco exposiciones durante el primer año. Después conseguimos el local que tenemos ahora, en la plaza de la Iglesia, que, en sí mismo, es una obra de arte. Las puertas son una escultura de chapa de Olegario, el pavimento es una obra de cemento de Paco Lara titulada No hay muros en el suelo y que él creó inspirado en la caída del muro de Berlín. El cartel de la galería es otra obra, en este caso de Maite Carrasco, y el espacio es un cubo diáfano y alto", explica Fernando Serrano (El Torno, Cáceres, 1953).
El marchante, que actualmente acude a ferias internacionales como la de Turín y participa en otras experiencias españolas como Hotel y Arte en Barcelona y Sevilla, se topó por primera vez con el arte contemporáneo en 1978 en San Sebastián.
"Me habían destinado a San Sebastián a dar clases; yo siempre había sido deportista, jugador de balonmano, pero allí conocí al colectivo Caballo Canalla a la Calle, un grupo que se interesaba por las artes plásticas, la literatura, la filosofía. Luego, cuando me mandaron en 1980 a La Puebla del Río (Sevilla) decidí matricularme en Bellas Artes. Soy de la promoción de Federico Guzmán y Pedro G. Romero", comenta el galerista.
"Me gustaba el arte pero me di cuenta de que la creación no era lo mío. Fue así como decidí montar una galería porque lo que yo sé es reconocer lo que hacen otros", explica. La vida del galerista, dura en las grandes ciudades por la escasez de coleccionistas, se acentúa si el lugar elegido está fuera de los circuitos. Fernando y Mar lo sabían, pero decidieron que seguirían adelante con un proyecto en el que los primeros siete años de funcionamiento han tenido que poner dinero de sus sueldos como profesores para pagar los gastos de la galería. En el cubo de la plaza de la Iglesia se han organizado ya unas 80 exposiciones durante estos diez años. José Caballero, Vieira da Silva, Angustias García & Isaías Griñolo o Joaquín Ivars son algunos de los artistas que han pasado por Moguer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.