Las revistas de calle para indigentes venden al año 30 millones de ejemplares
La experiencia, surgida en el Reino Unido, busca dar empleo a personas sin recursos
Mel Young es quizá el único director de revista del mundo que sueña con que su medio desaparezca. Este periodista escocés de 47 años dirige The Big Issue en Escocia, una publicación vendida por personas sin recursos, y preside la Red Internacional de Periódicos de Calle, formada por 36 cabeceras. Entre todas venden al año 30 millones de ejemplares. Pero ese éxito es para Young una muestra del fracaso social.
Young aterrizó en el mundo de las revistas de calle cuando Escocia se rebelaba contra la desindustrialización y el Gobierno conservador de Margaret Thatcher. "Miles de personas se quedaron en la calle en ciudades como Glasgow. Algunos hablábamos y hablábamos de que la situación era insostenible pero no hacíamos nada, hasta que supimos que en Londres habían creado The Big Issue y decidimos extender la experiencia a Escocia", explica.Ahora The Big Issue de Escocia vende cada semana 62.000 ejemplares y son 500 las personas que intentan buscar una salida laboral a través de ella. "Lo mejor es que la mitad de los vendedores ha conseguido dejar la publicación porque han encontrado un empleo y un hogar, pero también tenemos fracasos", reconoce Young.
De las 30 publicaciones que forman esta red creada hace un lustro, la mayoría se edita en países de la Unión Europea, como Reino Unido, Francia, Alemania, Italia. Pero también las hay en Australia, Sudáfrica, Argentina y Gambia. En España sólo forma parte de esta unión la revista También contamos, creada en 1998 en Madrid, bajo el amparo de la Asociación Pro Derechos Humanos. La Red mantiene también relaciones con medio centenar de revistas americanas.
El tipo de vendedores cambia según el país. En Escocia hay numerosos jóvenes; en Rusia, pensionistas; en España, personas con problemas de alcohol y otras drogas y en Italia y Austria, inmigrantes de países pobres.
Para ingresar en la Red todas las revistas han suscrito un pacto de principios éticos. Se comprometen a utilizar los beneficios de la revista (si los hay) para desarrollar programas de apoyo social a sus vendedores y a exponer su contabilidad anual a una auditoría. Otro de sus principios es que la transacción no se convierta en un limosneo encubierto.
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