El Oviedo juega a todo o nada
El equipo asturiano sólo ha cedido un punto en su campo, pero fuera apenas ha sumado otro
Oli y Esteban
Los amigos de las estadísticas interpretarán como un gesto de inconsciencia el estado de euforia con el que viaja el Oviedo este fin de semana a San Mamés. El equipo que mañana recibirá el Athletic de Bilbao en San Mamés sólo ha logrado un punto lejos de su terreno en lo que va de Liga. Más razones para el pesimismo astur: fuera ni siquiera ha sido capaz de inaugurar su casillero de goles a favor. La felicidad, sin embargo, es evidente en el Oviedo. Sobre todo, tras la remontada que protagonizó el pasado domingo, en su nuevo Carlos Tartiere, en los últimos minutos de su encuentro ante el Málaga.Aunque el Oviedo tiene dos caras esta temporada, la de casa y la de fuera, el equipo de Radomir Antic se aferra a su excelente rendimiento en el estadio que acaba de estrenar para mostrarse radiante. Tras una pretemporada llena de recelos, con frecuentes quejas del propio Antic por haber faltado la directiva a su compromiso de reforzar la plantilla, el Oviedo ha hecho un fortín del Tartiere justamente cuando cabía pensar que el equipo echaría de menos la familiaridad de su viejo y reducido feudo.
Tras un apurado empate ante la UD Las Palmas en la jornada inicial, los azules han despachado con victorias sus compromisos en casa, incluso con espectaculares remontadas, buen fútbol y alegría. "Estamos disfrutando de este momento feliz", sentenció Antic el pasado domingo, luego de que su conjunto le diera la vuelta al marcador en cinco minutos frente al Málaga.
Para el presidente, Eugenio Prieto, San Mamés "es un estadio muy propicio para empezar a ganar fuera". El optimismo se basa en la convicción de que de las dos rachas que lleva el equipo, la de casa y la de fuera, será esta última la primera en quebrarse. Los números no invitan a semejante convicción, pues el Oviedo viene siendo lejos del Tartiere un cuadro blando, con poca llegada y frecuentes lagunas de concentración, como las que propiciaron el primer disgusto de Antic con sus jugadores en la última salida a Valencia.
El técnico serbio se muestra, sin embargo, muy feliz con el balance provisional de la temporada. De ello da idea que sólo haya utilizado 17 jugadores en sus alineaciones en todo lo que va de Liga.
Entre las sorpresas tácticas que viene deparando el Oviedo destaca el hecho de que un preparador habitualmente partidario del fútbol ofensivo esté utilizando hasta cinco defensas centrales: todo el cuarteto clásico más el ruso Onopko, que fue central en los últimos años y ahora ocupa el eje del centro del campo. En la práctica, este exceso de centrales no se viene haciendo notar en la forma de jugar del equipo, que ha sabido reconvertir a Keita y Boris para los laterales.
Las dos caras del Oviedo se personifican en la racha personal del ariete Oli y en su líder del vestuario, el portero Esteban. Repescado del Betis, con el que descendió la pasada temporada a Segunda División, el primero ha marcado todos sus goles en el Tartiere, en el que ha recuperado el olfato perdido el pasado año. Pero todavía no se ha estrenado fuera de él.La otra clave del Oviedo de Antic sigue estando al otro lado del terreno de juego, en la portería, donde Esteban, que continúa a la espera de debutar en la selección nacional absoluta, es su principal baluarte. En la pasada temporada sus intervenciones decisivas salvaron al equipo en los momentos más comprometido y este año sigue la misma tónica, en este caso tanto en el Tartiere como a domicilio.
El buen fútbol del Oviedo en su estadio ha podido incluso con su propio terreno de juego. Una preocupación que, según el Ayuntamiento, que tiene la propiedad del estadio, dejará de serlo muy pronto cuando concluyan los trabajos de reparación ya iniciados.
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