Una guía detalla las medidas para negociar convenios no discriminatorios
Las diferencias salariales entre sexos, a igual trabajo, constituye un caso de discriminación claro, pero hay otros, más sutiles, que también ahondan en la desigualdad dentro del mercado de trabajo. Exigir, en un anuncio de empleo, que se tenga el servicio militar cumplido o diferenciar el uniforme de trabajo entre sexos de forma obligatoria resultan igualmente prácticas excluyentes, según el Manual de negociación colectiva no discriminatoria, editado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT. En la presentación del trabajo, la directora del IAM, Teresa Jiménez, define a la guía como una "herramienta" para introducir en los convenios medidas encaminadas a favorecer la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. El texto analiza cada una de las fases laborales (acceso al empleo, promoción profesional, maternidad o estructura salarial, entre otros) donde se puede producir con mayor frecuencia la discriminación y aporta sugerencias para introducir durante la negociación del convenio, encaminadas a garantizar la igualdad de oportunidades.
El manual plantea una serie de acciones positivas para contrarrestar la discriminación y, en concreto, cita la creación de comisiones de igualdad con carácter permanente, encargadas de controlar el cumplimiento de las normas legales. El texto recoge, además, tres cláusulas antidiscriminatorias que "deberían aparecer en la mayor parte de los convenios": la no discriminación por razón de sexo que garantice la igualdad de oportunidades, la equidad retributiva para trabajos de igual valor y la definición de acoso sexual para evitar que se cometa impunemente.
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