Tres personas, detenidas por el intento de asesinato de un hombre en Ciudad Lineal

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a tres ciudadanos italianos por su relación con el intento de asesinato de un hombre en la calle de Guzmán Pérez Carrasco, en Ciudad Lineal. Dos de los arrestados siguieron a la víctima, de 28 años y de nacionalidad colombiana, desde la estación de metro de Pueblo Nuevo, le dispararon por la espalda y huyeron. El dispositivo policial desplegado logró la detención de los dos presuntos delincuentes en la calle de Alcalá; un policía municipal recuperó, en una papelera, el revólver usado en el atentado. La tercera persona detenida, una mujer, fue apresada horas más tarde. El herido fue operado anoche en el Gregorio Marañón y, pese a su gravedad, estaba fuera de peligro.

A la carrera

Los hechos ocurrieron alrededor de las cuatro de la tarde frente al número 54 de la calle de Guzmán Pérez Carrasco. La víctima, cuya identidad anoche no había sido facilitada, había salido de la estación de metro de Pueblo Nuevo, seguida muy de cerca por dos hombres. Al girar para abandonar la calle de Alcalá, le encañonaron con un revólver y le dispararon en la zona escapular derecha, junto a la columna vertebral. El proyectil le alcanzó la séptima vértebra, según informó ayer un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.Los vecinos de la zona salieron alarmados al oír la detonación. Desde sus terrazas pudieron ver a "un hombre joven que estaba tumbado boca abajo y que sangraba por la espalda". "Cuando nos hemos asomado, ya no hemos visto a nadie en los alrededores. La calle estaba vacía. El muchacho estaba tirado junto a un coche blanco, en medio de la calzada", comentó una residente en la zona.

Un vecino llamó al 091 y alertó a la policía del tiroteo. De inmediato se trasladó al lugar una ambulancia del Samur 092, cuyos facultativos lograron estabilizar al herido y, tras detener la hemorragia, trasladarle con pronóstico grave al hospital Gregorio Marañón, donde anoche fue intervenido. Pese a su gravedad, los médicos no temían por su vida. La víctima, que se mantuvo consciente en todo momento, explicó que dos personas habían intentado atracarle y, al resistirse él, le habían disparado. El portavoz de la Jefatura Superior de Policía no confirmó esta versión.

La policía montó un dispositivo de vigilancia en el que participaron los coches patrulla y las motos de la comisaría de Ciudad Lineal. Les apoyaron en las tareas de búsqueda agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), más conocidos como antidisturbios, y efectivos de la Policía Municipal.

Durante la vigilancia, dos agentes de un coche patrulla vieron cómo dos personas abandonaban la zona a la carrera. Cuando se acercaron para identificarlos, los dos individuos huyeron en direcciones opuestas, pero los agentes lograron atraparlos. Los detenidos son dos hombres, de 22 y 28 años, de nacionalidad italiana y que portaban documentación falsa. Anoche se intentaba identificarlos a través del registro de la Dirección General de la Policía y de la Interpol.Los arrestados fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía, donde se les practicó la prueba de la parafina para determinar si alguno de ellos disparó el arma que hirió a la víctima. Cuando se les intentó tomar declaración, los dos se negaron. Tan sólo llegaron a decir "non capisco" ("no entiendo"). A las siete de la tarde fue detenida una mujer implicada también en el caso.

Los agentes de la comisaría de Ciudad Lineal encontraron un Fiat Dedra de color granate, con matrícula de Santander, aparcado con el motor en marcha junto a una de las salidas de la estación de Pueblo Nuevo. Los policías creen que es el vehículo que iban a utilizar los detenidos para escapar tras el atentado. El automóvil fue trasladado a las dependencias policiales, donde los agentes de la Brigada Científica comprobaron las placas de matrícula y tomaron huellas de su interior.

El registro efectuado por la policía permitió recuperar un revólver, con cuatro de sus seis balas percutidas, en una papelera junto al número 357 de la calle de Alcalá. La víctima sólo recibió un tiro y no se oyeron más detonaciones, según los testigos, por lo que la policía cree que el arma había sido utilizada antes por los detenidos.