Banco Sabadell quiere duplicar su negocio en tres años y rebasar al Popular

El Banco Sabadell dará un vuelco a su organización interna en enero para duplicar su volumen de negocio en tres años. El objetivo es ser el tercer banco español por volumen de activos y desbancar al Banco Popular, aunque todavía la diferencia con esta entidad es importante. Según un informe estratégico de McKinsey, el camino es "especializarse en la banca de empresas y la de particulares de renta alta".

Banco Sabadell comenzará en enero un año decisivo. Además de salir a cotizar en abril, la entidad quiere transformarse internamente con rapidez porque Josep Oliu, presidente del banco, se ha propuesto alcanzar al Banco Popular y consolidarse como el tercer banco español. La entidad contará, sin duda, con el apoyo de sus dos grandes accionistas, La Caixa y el Banco Comercial Portuguès (BCP), para conseguir este objetivo. Hasta ahora, las diferencias entre Popular y Sabadell son muy grandes. En 1999 la entidad presidida por los hermanos Valls cerró el ejercicio con un activo total de seis billones de pesetas, frente a los 2,55 billones del Sabadell. En septiembre pasado, últimos datos disponibles, el Popular tenía un balance de 6,6 billones de pesetas y el banco catalán de 3,12 billones.

Oliu reconoce esta situación y asegura que "todavía falta mucho para conseguir nuestro objetivo de alcanzar al Popular, pero tampoco tanto". El problema es que el Banco Popular también se encuentra en una carrera por el crecimiento. Fulgencio García Cuéllar, consejero delegado del Popular, afirmó ante los analistas que la entidad "duplicará su tamaño para el 2003", por lo que la carrera está muy reñida. Además, Emilio Botín, copresidente del BSCH, puso como meta para Banesto que se convirtiera en el tercer banco por beneficios, lo que hace más apretada esta competición. En septiembre pasado Banesto obtuvo un resultado neto de 50.046 millones de pesetas (300 millones de euros) y el Popular alcanzó los 60.737 millones de pesetas (365 millones de euros).

Con estos antecedentes, la consultora McKinsey se puso a trabajar en un plan estratégico de futuro. Una vez concluido, sus recetas no pasan por grandes planes de aperturas de oficinas, como podía pensarse en principio, sino por la especialización en los negocios más rentables para el banco. Para la consultora estas áreas vitales son las de empresas y clientes particulares de renta media y alta, que aglutinan el 82% del margen del negocio del banco. El talón de Aquiles del banco es el negocio con pequeñas empresas y gran público. La solución propuesta para mejorar esta situación es disponer de "una oferta que no requiera asesoramiento especializado, potenciando los canales remotos". Para la división de altos patrimonios se propone "un crecimiento agresivo" a la vez que se plantea "alcanzar el liderazgo en el mercado de empresas medianas".

La consultora parte del principio de que la entidad "ha ralentizado su crecimiento desde 1990, mientras que la rentabilidad ha mejorado menos que la de su competencia".

La consultora cree que es necesario modificar el organigrama directivo. Hasta ahora, el Sabadell gestionaba el negocio por unidades territoriales, que coinciden, la mayor parte de los casos, con las comunidades autónomas. Para McKinsey esto es una "debilidad" del grupo. A partir de enero, el banco se dividirá en Banca de Empresas, Banca Personal, Banca Universal e Internet. Así, la entidad tomará una estructura similar a la de parte de sus competidores para ganar cuota de mercado.