"Que decida el quinto partido"
Los periodistas más prestigiosos, entusiasmados por el ambiente, apuestan por un mínimo triunfo del equipo español
Son trotamundos privilegiados. Pasan entre 20 y 30 semanas alejados de sus hogares escribiendo sobre lo que más les gusta: el tenis. Es una fauna especial que se mueve en manada desde Australia a Nueva York, pasando por París, Londres y los torneos más importantes.Irónicos, escrutadores, veteranos de muchas finales, están aterrizando estos días en Barcelona para informar a medio mundo sobre la final. La pasión cercana es cegadora. ¿Por qué no preguntarles a ellos cómo ven la final?.
"Estoy impaciente. Todo está preparado para ver unos partidos extraordinarios", dice Philippe Bouin, de L´Équipe francés. "Estoy contento porque no se juega en Estados Unidos. Allí no entienden lo que es la Copa Davis. Sé que el ambiente en Barcelona será fantástico", cuenta Richard Evans, del Sunday Times londinense, autor de la historia oficial de esta competición. "Será divertido. El público latino es horroso para el rival", dice el italiano Gianni Clerici. "Sé que es muy importante para España", explica Christopher Clarey, del Herald Tribune y del New York Times, autor de tres libros sobre la Davis. "He viajado mucho por este país, y todo el mundo conoce lo que es la Copa Davis. Hasta un pastor en Extremadura me habló de ella. Es la herencia de Santana". "No hay nada comparable a la Copa Davis", dice John Parsons, de The Daily Telegraph de Londres. "Yo cubrí la final del Mundial de fútbol que Inglaterra ganó en 1966, pero ni siquiera eso se puede comparar a la atmósfera de una final de la Davis. Y esta promete ser una de las mejores". "Ya nos han dicho que el ambiente va a ser muy ruidoso", dice la australiana Linda Pearce, de The Edge, "pero esperen a escuchar a los 1.300 australianos que estarán en las gradas. ¿Conocen el ruido que puede llegar a hacer un grupo de seguidores que se llama The fanatics?".
Todos ellos apuestan por una corta victoria española, pero con matices. Parsons, con más de 20 finales en sus cuadernos, marca la pauta: "Es imposible hacer un pronóstico en la Davis. Cualquier detalle lo cambia todo. Los mejores pueden venirse abajo y los peores convertirse en gigantes. Es impredecible. Dicho esto, la primera jornada es clave". "Un 2-0 sería mortal", dice el francés Bouin, "aunque creo que España ganará por 3-2". "Yo apuesto por un 3-2 o un 4-1 para España", dice Richard Evans. "Australia sólo es favorita en el doble". El italiano Ubaldo Scanagatta, de La Nazione, es más sutil: "Quiero un 2-1 tras el sábado y un 2-2 el domingo. Soy un egoísta imparcial. Eso nos conducirá a un fantástico quinto partido". "Si Corretja está bien y soporta la presión, ganará España por 3 a 2", dice el estadounidense Clarey. "Si no, lo hará Australia por 2-3". "Australia sabe cómo ganar", dice Linda Pearce, "porque ya lo hizo el año pasado en Niza en una situación exacta. Pero España es más fuerte que Francia; ganará por 3-2".
La pista de tierra batida y el factor público inclinan el pronóstico a favor de España. Todos están de acuerdo. A partir de ahí, aparecen los detalles. "No me gustó nada que los jugadores españoles no quisieran tocar la Ensaladera durante la presentación del trofeo", explica Bouin. "Dijeron que era una superstición. Pero ¿quién la conocía? Yo, desde luego, no. Es el único signo que me ha hecho recordar la vieja historia del complejo de inferioridad de los tenistas españoles". "Mis dudas se centran en Ferrero", dice Evans. "No sé si todo esto le ha llegado demasiado pronto". "Es un examen tremendo para Ferrero", apoya Parsons. "Ferrero es como Borg", disiente Bouin. "No tiene complejos y es un jugador muy seguro". "La clave es Corretja", apunta Clarey. "Es muy inteligente, pero es malo pensar demasiado en la pista. ¿Controlará la presión?" "La ventaja es contar con Corretja", dice el italiano Clerici. "Es un jugador muy equilibrado que ha ganado mucho con los años".
Nos vamos a Australia. ¿Cómo ven al equipo que defiende su 27º título? "Newcombe es un capitán excepcional", dice Bouin. "En 1999 ganó al capitán francés por un triple 6-0. Pero mis dudas se centran en Hewitt. Creo que tiene problemas respiratorios y eso le perjudica si los partidos se alargan". "Cuanta más gente esté en su contra, mejor jugará Hewitt", dice su compatriota Pearce. "Rafter es la clave", apunta Clarey. "Es un australiano auténtico. Pertenece a una familia de nueve hermanos y sabe lo que es el espíritu de equipo. Y está muy unido a los capitanes Roche y Newcombe. Lo va a dar todo". "Rafter ha ganado dos Open de Estados Unidos; puede superar cualquier situación. Y Hewitt es como Jimmy Connors: un enorme competidor", concluye Richard Evans. "Pero no olviden una cosa: Australia es la historia de la Copa Davis. Va a pelear hasta el final".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.