Sólo cuatro de las principales estaciones de esquí abrirán durante el puente de la Constitución

La temporada de esquí se ha estrenado sin nieve. Apenas se han registrado precipitaciones este año y el ascenso de las temperaturas registrado en las dos últimas semanas sólo ha permitido la apertura de tres de las principales estaciones españolas: Cerler y Formigal, Boí Taull y Sierra Nevada. Los Pirineos franceses siguen inéditos y las pistas alpinas no abren en su mayoría hasta el día 15, circunstancia que ha frustrado los planes de numerosos clientes vascos de las estaciones vecinas, con tenían ya los esquís afilados pero que se han encontrado sin el manto blanco preciso para disfrutar del puente de la Constitución.

En esta ocasión no habrá avalanchas camino de las estaciones, ni estrés para hacerse con alguna plaza hotelera colindante con las pistas. Sin nieve, el medio millón largo de esquiadores vascos adictos a este deporte, que en el resto del Estado mueve a dos millones de personas, se han visto obligados a posponer su estreno. O a apiñarse en cualquiera de las tres estaciones españolas abiertas a fecha de hoy. La presente temporada deberá confirmar y, poco a poco, equilibrar, la creciente confrontación entre esquiadores y asiduos del snowboard. Las cifras más optimistas aseguran que ya existen tantos adeptos de una como de otra modalidad sobre las pistas españolas. Sin embargo, el equilibrio no es tal; por ejemplo, los responsables de las estaciones aragonesas aseguran que el 60% de sus clientes son esquiadores tradicionales... y vascos en su mayoría. El esquí de toda la vida se ha aferrado a la tecnología revolucionaria del carving para enganchar a los que veían en las dos tablas un objeto pasado de moda. Con el viraje conducido se ha logrado un atajo para los menos habilidosos, los torturados por los giros imposibles que pueden empezar a imaginar movimientos impensables hasta hace bien poco.

La mayoría de las 28 estaciones del país se han puesto al día. Algunas, como la leridana Baqueira-Beret, con la apertura de 100 hectáreas más de pistas que sumar a sus 86 kilómetros esquiables o la modernización de sus telesillas, tarea que también ha ocupado seriamente a Valdezcaray. La inversión en cañones de nieve artificial se presenta como la solución del futuro, vista la carencia de nieve, aunque la verdadera revolución pasaría por aligerar las soporíferas esperas en las colas de los remontes. En este sentido, Formigal estrena este año una tarjeta inteligente, que no precisa ser mostrada en un torno. Para muchos, el paraíso sigue encontrándose en Los Alpes, a juicio de los empresarios españoles "el mayor competidor" con el que han de enfrentarse. Igual que la temporada pasada, EL PAÍS ofrecerá cada jueves, a partir de la próxima semana, información sobre el estado de las pistas seleccionadas en el gráfico adjunto.