Bruselas no renovará las ayudas a los astilleros europeos, pese al rechazo de España y otros cuatro países
El Consejo de ministros de Industria zanjó ayer en Bruselas el debate sobre una posible prórroga de las ayudas que concede la Unión Europea al sector de la construcción naval. Estas primas al funcionamiento de los astilleros europeos expiran el próximo 31 de diciembre y los Quince han decidido no prorrogarlas más allá de final de año. No obstante, dejan la puerta abierta para que a partir del 1 de mayo de 2001 se pueda seguir financiando la actividad de los astilleros si la UE decide denunciar a Corea del Sur ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). En caso de reanudarse, las ayudas estarán limitadas en el tiempo y a los segmentos afectados por las prácticas comerciales desleales surcoreanas. El mercado europeo se está hundiendo debido a los bajos precios que ofrecen los astilleros de Corea del Sur, primer país del mundo en construcción naval. La Comisión Europea tiene de plazo hasta abril para presentar una propuesta sobre cómo actuará la UE.
El debate del Consejo de ministros de industria sobre la situación del sector naval fue intenso. España, Alemania, Italia, Grecia y Portugal entraron en la reunión pidiendo una prórroga del régimen actual de ayudas. "Entendemos que hay unas prácticas comerciales que perjudican al sector naval europeo, por eso consideramos que hay que tomar medidas explícitas y que no se tienen que suspender las ayudas", declaró la ministra española de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés. "No vamos a dejar que el sector tenga problemas", añadió Birulés. El sindicato UGT se mostró ayer "decepcionado" por la decisión de Bruselas y pidió al Gobierno español que tome medidas. Se opusieron frontalmente a las ayudas los países nórdicos y Reino Unido, porque entienden que seguir con ellas es desperdiciar dinero.
La Comisión Europea también dejó clara su posición contraria a seguir dando ayudas públicas al sector, pero presentó ante los ministros una serie de alternativas para hacer frente a la competencia desleal surcoreana y que fueron aceptadas por los Quince. La primera, la posibilidad de recurrir a ayudas a la investigación y el desarrollo a la industria naval. La segunda, presentar un recurso ante la OMC contra Corea del Sur el 1 de mayo de 2001 si persiste en sus prácticas comerciales desleales. Y la tercera, la que más debate suscitó en el Consejo, el recurso a un mecanismo temporal para contrarrestar las prácticas coreanas hasta la conclusión del procedimiento en la OMC.
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