_
_
_
_
Tribuna:ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Voluntad de convivencia

Escribía Ortega, hace ya más de cincuenta años, que la democracia ha sido "la forma que en política ha representado la más alta voluntad de convivencia". Una voluntad de convivencia que se puso especialmente de manifiesto, entre nosotros, con la elaboración de la Constitución española de 1978, de la que hoy celebramos su vigesimosegundo aniversario.La triste experiencia de dos siglos surcados por el enfrentamiento y la división entre los españoles nos sirvió para decir: nunca más. Para buscar, por encima de cualquier otro objetivo, un acuerdo histórico que permitiese diseñar un marco de convivencia no impuesto, como en ocasiones anteriores, por una parte de la población española a la otra, sino hecho por todos y para todos, ofreciendo un espacio para cada español, de cualquier convicción o ideología.

Los deseos que, durante la época de la transición política, albergábamos la inmensa mayoría de los españoles, se han hecho realidad plenamente. La Constitución de 1978 ha generado el período de estabilidad democrática más prolongado de nuestra Historia reciente, y ha instituido un sistema de protección de los derechos y libertades que es hoy modélico en el mundo, por el rigor de sus garantías y la amplitud de los derechos reconocidos.

Ha permitido la definitiva superación de los conflictos regionales del pasado, articulando una novedosa fórmula -el Estado de las Autonomías- capaz de armonizar la unidad del Estado con las legítimas exigencias de autogobierno de las nacionalidades y regiones. Ha supuesto el fin de nuestro secular aislamiento internacional, y ha ofrecido el marco para nuestra integración activa en instituciones internacionales y supranacionales, desde las que promovemos, juntamente con los demás países avanzados, el bienestar, la solidaridad y la paz en todas las regiones del mundo.

Por eso, no podemos considerar la Constitución como un simple documento escrito que puede ser cuestionado en cualquier ocasión. La Constitución de 1978 es el indispensable marco de nuestra convivencia colectiva, la única base sobre la que podemos edificar un progreso sólido.

Hemos de fomentar, por tanto, firmes y sinceros sentimientos de lealtad constitucional. De adhesión a nuestra Carta Magna, y al espíritu de libertad y de convivencia que constituye su núcleo esencial y básico. Hemos de ser plenamente conscientes de que sólo desde la Constitución podremos construir un futuro de paz y prosperidad.

Y me atrevo a decir que esa misma adhesión y lealtad la debemos también a los Estatutos de Autonomía. Sobre el fundamento de la Constitución, los Estatutos han sido el instrumento del autogobierno de las nacionalidades y regiones españolas, que ha permitido avanzar con pasos de gigante en nuestra vertebración territorial y en el equilibrio y la cohesión entre todas las regiones de España.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La efemérides que hoy celebramos constituye una ocasión idónea para renovar nuestra lealtad a la Constitución y a los Estatutos. Para decirles a quienes, como el Partido Nacionalista Vasco, se han embarcado en estrategias de ruptura de esos espacios de consenso, que han de abandonar definitivamente esas aventuras si desean contribuir a la convivencia pacífica entre los españoles. Para proclamar nuestra fe en la democracia y el Estado de Derecho, que son los únicos cauces adecuados para la resolución de nuestros problemas colectivos.

Quiero concluir el artículo de este año recordando a una personalidad insigne de la Comunidad Valenciana, que nos dio ejemplo de lealtad a la Constitución y que se esforzó para lograr una mejor protección de los derechos y libertades de los ciudadanos. Nuestro Síndic de Greuges, Luis Fernando Saura, ya no celebrará el día de la Constitución entre nosotros. Estoy seguro que su ejemplo de concordia y de servicio a los demás perdura entre los ciudadanos de la Comunidad Valenciana.

Eduardo Zaplana es presidente de la Generalitat Valenciana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_