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Unió aprovecha el 70º aniversario para reforzar su perfil frente a CDC

Francesc Valls

Pujol, parapeto

En CiU vuelve a ser tiempo de velar armas. Unió Democràtica (UDC) cerrará el paso, en su congreso del próximo 16 de diciembre, a cualquier relación irreversible con Convergència Democràtica. Debe haber espacio para el arrepentimiento, para la marcha atrás e, incluso, para el inalienable derecho a que cada uno rehaga su vida por separado. Así lo volvió a poner de relieve ayer el portavoz de Unió, Jordi Casas, quien presentó las actividades del 70º aniversario de la formación democristiana bajo la bandera de ser un partido "independiente y soberano". Casas presentó los actos de los 70 años de democracia cristiana con voluntad identitaria. "Queremos reafirmar la voluntad de ser un partido político independiente y soberano, con voluntad de reforzar su identidad en las vertientes doctrinal y naionalista", subrayó el dirigente democristiano. "Estamos satisfechos con la coalición, pero cuanto más fuerte sea cada uno de los partidos que integra CiU, mejor funcionará la unión", manifestó Casas. "Queremos que Unió se convierta en el referente más importante del nacionalismo catalán e intentaremos que sea dentro de la coalición Convergència i Unió", dijo el portavoz de UDC.

Con esta iniciativa, Unió quiere reforzar su perfil propio tras el congreso de Convergència Democràtica -celebrado hace dos semanas-, en el que no ha habido fisuras y del que ha salido reforzado el nuevo secretario general, Artur Mas.

La exposición del 70º aniversario es, pues, una ocasión para reforzar la identidad del partido una vez que el presidente del comité de gobierno de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, parece ceder terreno a Mas en la lucha por la sucesión del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y en la que nadie descarta ninguna hipótesis, ni siquiera que Pujol vuelva a repetir a la vista de que las encuestas lo dan como el único parapeto capaz de proteger a CiU del desastre electoral. Unió, mientras, refuerza su identidad. Y lo hace también con la ponencia única que aprobará el congreso democristiano del próximo 16 de diciembre, en la que se apuesta por la fórmula de la federación o la confederación entre Convergència y Unió. No obstante, ninguno de estos dos enunciados es incompatible con la marcha atrás, o sea la ruptura. Todo está abierto y ninguna hipótesis puede descartarse.

Bajo este signo llega la celebración del 70º aniversario. Así cada mes llevará el nombre de un dirigente histórico de UDC. Este mes de diciembre estará dedicado a Miquel Coll Alentorn. El 12 de este mes, Javier Tusell y Albert Manent glosarán la figura del presidente del Parlament entre los años 1984 y 1988. Luego llegará el turno de Marià Vila-d'Abadal, Manuel Carrasco i Formiguera y Pau Romeva, y de Maurici Serrahima y Joan Baptista Roca i Caball, entre otros. Y a finales de 2001 habrá una exposición en el Museo de Historia de Cataluña.

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