_
_
_
_

La compra de un 'murillo' enfrenta al gobierno foral y a la oposición en Álava

Primero fue el Artium, el futuro Museo de Arte Contemporáneo de Vitoria, y ahora es un retrato de Murillo. Las discrepancias que provoca la gestión del diputado de Cultura, Pedro Sancristóval, han llevado al portavoz de EA en las Juntas Generales y anterior responsable de ese departamento, Mikel Mintegi, a cuestionar la limpieza en la compra de El cazador por 500 millones. Pero Sancristóval, experto en Historia del Arte y poco amigo de seguir los consejos de su equipo de técnicos, está decidido a adquirir este óleo, eso sí, con ayuda privada.

Valoración de Tabar

El marqués de Legarda no habría esperado tal trascendencia cuando le pidió a Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682) que le hiciera un retrato en pose de cazador, semblanza característica de la época. El antepasado de los Silva Verástegui -una familia vinculada desde entonces con el territorio alavés- simplemente quería legar una imagen suya a sus descendientes, y nunca llegó a imaginar que en los albores del tercer milenio su retrato rondaría los 500 millones de pesetas. Todo comenzó cuando Sancristóval presentó a los medios de comunicación, el 21 de julio pasado, este retrato, cedido temporalmente por sus propietarios. Entonces ya se adelantó que la Diputación podría adquirir el cuadro si se llegaba a un acuerdo con sus dueños. En la trastienda estaba la oferta realizada al anterior equipo de gobierno por la familia Silva Verástegui para que comprara el retrato de su antepasado por 700 millones. Tal y como confirmó ayer Mikel Mintegi, los técnicos de la institución foral tasaron entonces la obra en menos de la mitad. El informe que le presentaron, siendo él diputado, estimaba que, como mucho, se podían pagar 300 millones por esa obra.

Pero aquel informe reposa en algún cajón del Departamento de Cultura alavés. Pedro Sancristóval ha conseguido bajar la patición a 500 millones. De momento, los únicos que estiman razonable el precio son los actuales propietarios del óleo y los responsables de la Diputación alavesa. Y no hay que olvidar entre lospartidarios de la compra a grupos vinculados con la conservación del patrimonio alavés como la Sociedad Landazuri.

La única voz experta que ha presentado su valoración es la del catedrático de la Universidad Complutense Fernando Tabar, en un informe encargado por el propio Sancristóval. El estudioso señala que "su alto coste económico, que responde a su valor intrínseco, se va a empequeñecer y diluir con el paso de los años, a la par que irá creciendo su importancia y poder de convocatoria".El resto de los especialistas que se han movido alrededor del cuadro hablan de precios inferiores. Al menos, así lo proclama el juntero Mikel Mintegi, quien aseguró ayer que la familia ha pedido a cuatro casas de subastas españolas (el cuadro no puede salir del país) que pongan a la venta pública el lienzo, pero que no les ha interesado el precio propuesto de salida.

"Además, el Ministerio de Cultura también ha rechazado comprarlo por su elevado precio, aunque haya aducido que la razón es que prefieren que se quede en Álava, por la vinculación del retratado con el territorio", señaló el anterior diputado de Cultura, al mismo tiempo que pidió que "esa generosidad del Estado se vea también con el Guernica de Picasso, que podría estar en el nuevo museo [de Vitoria]".

Sancristóval niega todas estas especulaciones. La Diputación no puede afrontar ese precio, por lo que va a buscar respaldo privado; y si no lo consigue, no comprará el Murillo, por lo que la polémica acerca del importe de la inversión se diluye. Por otra parte, asegura que si el Ministerio de Cultura no ha comprado el lienzo es porque así se lo pidió expresamente la Diputación. Sostiene además Sancristóval que el cuadro podría cotizarse en una subasta en el extranjero hasta 1.500 millones. En su opinión, su presencia será un reclamo más que interesante para el Museo de Arte Sacro, donde en principio se va a ubicar El cazador. Otra decisión que, a buen seguro, traerá su polémica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_