Chaves logra un apoyo del 79% a una ejecutiva renovada y con más mujeres que hombres
Manuel Chaves obtuvo ayer, en su tercer mandato como secretario general, el apoyo del 79,2% de los delegados que han asistido al 9º Congreso del PSOE de Andalucía, en el que presentó una ejecutiva muy renovada y en la que por primera vez en la historia de esta organización hay más mujeres (14) que hombres (13). "Esto tiene muy buena pinta", reconoció satisfecho el secretario federal, José Luis Rodríguez Zapatero, en la jornada de clausura. Chaves ha confeccionado una ejecutiva en la que, también por primera vez, se ha reservado un cupo propio que no responde a los tirones de las agrupaciones provinciales.
Para el secretario general del PSOE de Andalucía, la "importante renovación" producida en el equipo de dirección cumple con el objetivo que se marcó de que fuera "creíble tanto dentro como fuera" del partido. Chaves optó por una ejecutiva más reducida que en la anterior, integrada por 27 personas frente a los 34 de la dirección saliente, de los que 21 son nuevos. Únicamente seis permanecen con respecto al anterior mandato, de los que sólo tres -el propio Chaves, el secretario de Organización, Luis Pizarro, y el malagueño Rafael Centeno- permanecen en los mismos puestos que cuando fueron elegidos por primera vez en 1994.La ejecutiva obtuvo menos apoyo que hace tres años, que significó el fin definitivo de las peleas entre guerristas y renovadores. En aquella ocasión, la dirección sacó un 90,6%. "Son congresos diferentes. Habrá delegados que no estén conformes con la ejecutiva, pero no estoy en absoluto preocupado", dijo Chaves.
La eliminación de la secretaría de Política Institucional y, por lo tanto, la salida de José Caballos de la ejecutiva del PSOE, conocida la víspera de la asamblea, contribuyó notablemente a que el congreso fuera por derroteros distintos a los que se preveían, ya que algunas delegaciones iban a hacer de la presencia del político sevillano el principal caballo de batalla.
Chaves tuvo, efectivamente, manos libres y salvo las presiones de última hora de las delegaciones de Sevilla y Málaga, planteadas más en clave provincial, confeccionó una ejecutiva muy a su medida. A las 11.30 de la noche del sábado, las negociaciones con los jefes de delegación se dieron por concluidas y la lista de nombres cerradas. Más problemas hubo para confeccionar las candidaturas a los comités federal y director, ya que las minorías de Córdoba, Almería y Sevilla amagaron con presentar listas alternativas, operación que finalmente no prosperó.
De las 27 personas que integran la ejecutiva, ocho fueron incluidas por el "impulso personal" de Manuel Chaves, dijo éste ayer, aunque se negó a facilitar sus nombres. Entre ellos figura el de la nueva vicesecretaria general, María del Mar Moreno, quien en teoría ocupa el número dos en el organigrama socialista.
Chaves tenía decidido este nombre desde hace dos meses, toda vez que el malagueño José Asenjo había anunciado su deseo de dar un paso atrás. Este nombramiento ha sido muy bien acogido por todas las provincias, sectores y familias del PSOE, cuyos portavoces resaltaron su capacidad de trabajo e iniciativa. Moreno tiene previsto dimitir como delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén en los próximos días y es probable que en el próximo reglamento de la ejecutiva figure entre sus competencias la de ser portavoz de la dirección, función que hasta ahora recae en Organización. En la dirección hay por primera vez más mujeres, 14, que hombres 13, (el 52% frente al 48%), un hecho inédito en el partido socialista y que sigue la estela de la decisión de Chaves de nombrar un Gobierno paritario y defender listas electorales al 50%. El secretario general superó con creces la norma estatutaria que dice que ningún sexo puede tener menos del 40% de representación, porcentaje que siempre se asigna a las mujeres, cuya militancia en el PSOE de Andalucía supone el 26,5% de un total de 125.000 afiliados.
También hay siete alcaldes en la dirección -aunque ninguno en puestos de batalla diaria- al hilo de la propuesta de Chaves de impulsar el municipalismo.
El secretario general incluyó además a dirigentes que se habían distinguido por su apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero en la carrera de éste por la secretaría general como el granadino José Moratalla, el gaditano Salvador de la Encina y el cordobés Antonio Fernández Poyato. La inclusión de los dos primeros, especialmente la del alcalde de Granada en la presidencia del PSOE, fue interpretada por fuentes próximas a José Luis Rodríguez Zapatero como un "gesto claro" de Chaves hacia el líder federal.
Los malagueños, a los que inicialmente se les atribuía un mayor combatividad, consideraron el resultado como un "claro compromiso de apoyo y fortalecimiento al proyecto federal", aseguró José Asenjo.
