La banda del fútbol sala
El uso y disfrute de las instalaciones deportivas municipales es libre y gratuito. Ésa es la teoría. La práctica, bien distinta; al menos en las canchas municipales de la calle de Ascao, donde hay una banda de menores que campa a sus anchas y obliga al resto de muchachos a pagar un peaje de 200 pesetas para jugar en las instalaciones del Ayuntamiento.En el parque de Ascao hay un campo de fútbol sala, una cancha de baloncesto y una pista de tenis que se ha quedado sin red. Los fines de semana se reúnen allí decenas de chicos para hacer deporte.
Muchos de ellos tienen que gastarse 200 pesetas de la paga del domingo para jugar su partido. Todo porque un grupo de menores se pone en la puerta y para a los chavales que quieren entrar. "Para poder jugar tienes que pagarme 200 pelas', le dijeron el otro día a mi hijo", explica una señora de cuarentaitantos años que tiraba de un carrito de la compra. "Son una pandilla de muchachos que sacan el dinero a otros por la fuerza, porque si no les pagan no les dejan pasar a la pista, y, si intentan colarse, les pegan", concluye.
"Eso sí, si llega un chaval más fuerte que ellos, le dejan pasar", concluye la mujer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.