El Gobierno concede el indulto parcial a Tany y rebaja los 14 años a 30 meses

Tras la reunión del Consejo de Ministros, el titular de la cartera de Justicia, Ángel Acebes, explicó que el indulto parcial concedido a Tany se debía a las "circunstancias que todos conocen". Se refería a los malos tratos que Tany había recibido de su marido, Vicente Molina, durante los 17 años que duró su unión sentimental. Fruto de esa relación nacieron seis hijos, aunque Tany tiene otros dos vástagos (ocho en total) de otro matrimonio anterior.Tany se halla en la actualidad en la prisión de Alcalá-Meco. Allí ingresó el pasado 24 de octubre tras ordenar la Sección Cuarta de la Audiencia de Madrid, con el visto bueno del fiscal, que se ejecutase la pena de 14 años y ocho meses que le impuso por un delito de homicidio con el agravante de parentesco. La pena fue ratificada después por el Supremo, al no admitir el recurso de su abogado. Antes del juicio, Tany permaneció en prisión preventiva durante cerca de 18 meses (la prisión deberá especificar ahora el tiempo exacto de reclusión).

Hace nueve días, la Sección Cuarta de la Audiencia, en un informe elaborado por su presidenta, la magistrada Pilar Oliván, se mostró a favor del indulto parcial de Tany, pero dejó en manos del Consejo de Ministros la reducción de pena, que finalmente ha sido de 12 años y dos meses. La Fiscalía de Madrid también apoyó el indulto parcial y pidió que los 14 años y ocho meses se redujeran en ocho años en atención a los malos tratos sufridos por Tany (es decir, que sólo cumpliese seis de los 14 años de condena). La familia de la víctima, de etnia gitana, se opuso a que se le conmutase la pena.

Oídas todas las partes, la Audiencia optó finalmente por apoyar el indulto parcial. Amparó su decisión en "la demanda social" que reclamaba la liberación de Tany y, sobre todo, en que la acusada "dispone de apoyo suficiente en el exterior" como para conseguir el fin constitucional de la pena: la reinserción. No obstante, el tribunal rechazó el indulto total. En opinión de los jueces, el delito cometido por Tany reviste "una gravedad extrema" y, además, en ningún momento del juicio ella alegó que hubiese sufrido malos tratos por parte de su compañero sentimental.

Tany fue condenada por un crimen perpetrado el 16 de abril de 1995 en la infravivienda que compartía con su marido, Vicente Molina, en la localidad de Mejorada del Campo (cerca de 20.000 habitantes). Lo mató, según la sentencia de la Audiencia, de un disparo en la cabeza efectuado "a cañón tocante". En el juicio Tany no alegó en su defensa haber sido maltratada por Molina. Basó su defensa en que éste la apuntó a ella con una pistola y que el arma se disparó al caer ambos sobre la cama del dormitorio durante el forcejeo. El tribunal, en la sentencia, refuta su versión punto por punto.

La drástica reducción de pena que le ha aplicado el Gobierno (12 años y dos meses) sería el equivalente a lo que el tribunal podía haber hecho si Tany hubiese alegado y probado en el juicio los malos tratos recibidos. Es decir, los jueces podían haberle aplicado una eximente incompleta o una atenuante muy cualificada y haberle bajado la pena por ese delito hasta en dos grados, según fuentes jurídicas.

La decisión del Gobierno, que permitirá a Tany en unos días volver a su casa de Rivas-Vaciamadrid, que comparte con cuatro de sus hijos (de 19, 18, 14 y 12 años), fue aplaudida ayer por los numerosos sectores sociales que han apoyado su indulto desde que la Audiencia ordenó que se ejecutase la condena, que era firme puesto que la había ratificado el Tribunal Supremo el pasado junio.

El Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, la Asamblea de Madrid y otras corporaciones locales aprobaron declaraciones institucionales solicitando su indulto al Consejo de Ministros. La noticia de la inminente excarcelación de Tany fue recibida ayer con regocijo por sus familiares y por los numerosos colectivos que la han apoyado antes y durante su estancia en prisión. Un respaldo que ha dado sus frutos: su salida de la cárcel es ya inminente.