Tres de los condenados por el 'caso Filesa' resultan beneficiados por el indulto del Gobierno

Uno de los asuntos conocidos que han sido incluidos en el paquete de indultos aprobado por el Consejo de Ministros es el caso Filesa -seguido por financiación irregular del PSOE-, ya que la medida de gracia ha beneficiado al ex diputado socialista Carlos Navarro, condenado a 11 años de cárcel, y a los ex responsables de Filesa Luis Oliveró y Alberto Flores, sentenciados a 10 años. Para los tres se ha concedido un indulto parcial, ya que, según explicó ayer el ministro de Justicia, Ángel Acebes, cumplen el requisito de un informe favorable del tribunal que les sentenció.

Carlos Navarro fue condenado, además de a los 11 años de cárcel, a seis de inhabilitación y a una multa de casi 260 millones por asociación ilícita, dos delitos de falsedad continuada en documento mercantil y contra la Hacienda Pública. Flores y Oliveró, además de a la pena de cárcel, fueron condenados a seis de inhabilitación y multa de más de 259 millones por los mismos delitos.La Sala Segunda del Tribunal Supremo se mostró a favor de la concesión de indulto parcial, de tal forma que se redujeran a la mitad las condenas que les fueron impuestas. Según fuentes del Ministerio de Justicia citadas por Europa Press, la pena a Navarro se rebaja a 5 años y medio y las impuestas a Flores y Oliveró se quedan en 5 años.

Los tres, que se encontraban ya en régimen de tercer grado penitenciario, se hallan, al igual que el resto de los condenados en este caso, a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre los recursos que presentaron contra la sentencia que les condenó.

Otro de los inculpados por su implicación en la trama de Filesa, el ex senador y ex secretario de organización del Partido Socialista de Cataluña (PSC) Josep Maria Sala, no ha sido incluido en la decisión del Consejo de Ministros porque renunció a reclamar la medida de gracia para demostrar su "total inocencia".

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dictó la sentencia del caso Filesa el 28 de octubre de 1997 y en ella resultaron condenados, además de los cuatro citados, la ex colaboradora de la Secretaría de Finanzas del PSOE Aida Álvarez y su marido, Miguel Molledo, a 2 años y 4 meses cada uno, y los empresarios Eugenio Marín y Francisco Molina Vivas, que recibieron cada uno seis meses de arresto.

Alberto Flores declaraba ayer al conocer la decisión del Gobierno que se sentía "muy satisfecho" por la medida de gracia, ya que "se trata de un acto de justicia", aunque estimó que "llega un poco tarde", porque el indulto lo solicitó en febrero de 1998 y de haberse concedido entonces apenas hubiera estado en prisión.

A su juicio, su condena se produjo "sin ninguna prueba" y se congratuló por ser "una de las pocas personas que no se han enriquecido con la financiación de partidos políticos". Para él, el PSOE "tuvo una estrategia equivocada" que le metió en la cárcel, de la que ahora le saca el PP, lo que consideró "paradójico". El indulto, dijo, no le hará desistir del recurso presentado ante el Tribunal Constitucional contra la sentencia que le condenó, y anunció que está dispuesto a llegar al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, porque "la Sala intervino en la instrucción y estaba contaminada".

Navarro también mostró ayer su satisfacción, aunque recordó que la sala del Supremo que le condenó había pedido ya esta medida de gracia hace tres años. "Nunca es tarde cuando llega el indulto", dijo Navarro, quien subrayó que el Gobierno le ha concedido esa medida de gracia parcial "en un contexto que tiene otras connotaciones" , ya que se extiende a un total de 1.443 condenados, el mayor que ningún Gobierno ha concedido desde la transición, según Efe.

Carlos Navarro explicó que se enteró de la decisión del Consejo de Ministros por los medios de comunicación y que esperará a la próxima semana para conocer de manera oficial el alcance de su indulto "para ver en qué situación queda el cómputo total" de la pena a la que fue condenado.

El ex diputado socialista ha pasado los dos últimos años y medio teniendo que ir a dormir a la prisión, situación que cambió hace solo una semana, cuando se le permitió pernoctar en su domicilio y acudir a la cárcel sólo para firmar. En el momento de ingresar en la cárcel, el 30 de noviembre de 1997, Carlos Navarro reiteró su inocencia y aseguró: "Podrán quitarme la libertad, pero no la dignidad".