Maestros quemados
La Federación de Enseñanza de CC OO ha dado a conocer un estudio en el que se refleja que el 80% de los profesores de la enseñanza secundaria y de educación especial que desarrollan su trabajo en el sector público sufren el llamado síndrome del maestro quemado. Es uno más de los problemas que afectan a la sociedad. Es el suma y sigue de una problemática social más amplia que no obtiene respuestas en sus causas. No hay más que asomarse a los medios de comunicación para saber, unas veces, que un colegio no admite alumnos inmigrantes, que otro deja fuera de la enseñanza a niños por su etnia, que algunos alumnos abofetean a sus profesores. En estas circunstancias, unidas a otras de índole económica, se comprenden las dificultades en las que este profesorado desarrolla su trabajo. Se entiende su hastío, su aburrimiento, su cansancio y su falta de autoestima.Esta realidad educativa es uno de los problemas más serios que sufre la sociedad. La construcción del sistema educativo es base imprescindible para el desarrollo de la persona y de una sociedad libre. El conocimiento limpio, sin engaños, de la historia, de la cultura y el impulso científico tienen que venir de la juventud y para ello es necesario un profesorado que considere que su labor y su aportación son reconocidas por la sociedad.
Es un problema cuya solución no admite esperas. Los niños se hacen mayores y los profesores enferman. Las soluciones deben venir a través de un estudio en profundidad que elimine las causas. No pueden limitarse a medidas económicas y disciplinarias con el alumnado rebelde. Tiene que afectar a todo el sistema educativo, buscando la ilusión que produce el dar y el recibir conocimiento.
En el momento actual, los Nobel del año 2030 están estudiando. Mientras parte de la sociedad rechace centros por razones sociales, como han denunciado los profesores de un instituto de Ronda, se mantengan las movilizaciones por cuestiones económicas, los profesores sigan quemados por el hecho de enseñar y el tiempo se emplee en discutir qué alumnos tienen o no derecho a estudiar, será difícil que la sociedad sea libre. Lo de pasear un andaluz por la Academia sueca, una utopía.EUGENIO SUÁREZ PALOMARES
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