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TENIS - MASTERS DE LISBOA

Corretja pasa la presión a Hewitt ante la final de la Copa Davis

Álex Corretja lo logró. Desde que supo que el australiano Lleyton Hewitt estaba en su grupo en el Masters, su principal objetivo en esta competición que cierra el circuito masculino fue ganar al australiano y romper la racha de dos derrotas que sufría ante él. El recuerdo de Hewitt era, además, perturbador, puesto que el australiano había superado a Corretja de una forma escandalosa en el Open de Australia, dejándole ganar sólo un juego en tres sets. Ayer, Corretja logró su objetivo, venció a Hewitt por 3-6, 7-6 (7-3), 6-3 en 2.35 horas y, aunque no se clasificó para semifinales, cambió por completo la dinámica de sus enfrentamientos. Un hecho especialmente importante, puesto que la próxima semana los dos jugadores volverán a encontrarse en la final de la Copa Davis en la tierra batida del Palau Sant Jordi de Barcelona.Hewitt no es un jugador que tenga un golpe ganador. No mata a su rival con su drive o con su revés, ni mucho menos con su saque. Pero se agarra a la pista con todas sus fuerzas y su estrategia es ir desplazando a su oponente hasta que acaba por desbordarle. Su principal virtud es su garra, y una agresividad que llega a resultar insultante para el rival y que incluso molesta al público.

Cuando ganó el primer juego a Corretja, rompiéndole el servicio, Hewitt lanzó su primer "Come on!", y provocó algunas risitas burlonas en la grada. Daba ya la impresión de que había ganado el partido. Después, cuando le cantaron una bola buena a Hewitt que Àlex protestó, el australiano mantuvo una postura pasiva hasta que cerró aquel juego con un ace y con el brazo levantado agredió simbólicamene al palco de los Corretja y Javier Duarte, entrenador de Àlex. Durante el partido pudieron contabilizarse no menos de 11 "come on!" Y siempre con el puño cerrado y con miradas agresivas hacia Àlex, que seguía esperando que llegara su momento.

Costó. Pero al final llegó. Y no fue en el quinto juego de la segunda manga, donde Àlex logró el primer break de su vida contra Hewitt. No fue allí. Cuando aquello ocurrió, Corretja seguía con su entrega habitual en la pista, continuaba buscando sus mejores golpes, pero su brazo permanecía algo encogido. Había dado un gran paso y lo celebró con un "¡Vamos!" y alzó los brazos como queriendo indicar que algo había cambiado. Y era verdad, porque en su cabeza comenzó a construirse un nuevo decorado para sus enfrentamientos con el australiano. Y esta nueva mentalidad no se fundió, a pesar de que en el décimo juego perdió su saque y permitió que el australiano le forzara el desempate.

Y fue allí, en aquel juego crucial que debía abrir a Àlex el camino hacia el triunfo o cerrárselo definitivamente, donde el número uno español comenzó a soltar su brazo, a alargar las bolas, a demostrar a Hewitt que el 6-0, 6-0, 6-1 que le había endosado este mismo año en el Open de Australia no fue más que un accidente, y que aquello no cuenta para afrontar la final de la Copa Davis. Àlex ganó el desempate con autoridad, y forzó así una tercera manga en la que jugó su mejor tenis en Lisboa y mandó con una autoridad que apabulló incluso al australiano. Le ganó 5-0 y a punto estuvo de devolverle uno de los dos 6-0 encajados en su último enfrentamiento. Pero le pareció demasiado fácil, o sintió demasiada ansiedad por ganar. La cuestión fue que Hewitt remontó hasta el 5-3. Pero no más. Allí Àlex asentó su valor y cerró con un ace y en blanco el partido.

La victoria tuvo un gran valor sentimental, psicológico, y también económico. Por participar y ganar un partido, Corretja se llevó de Lisboa nada menos que 41 millones de pesetas y 20 puntos del ATP Tour. Pero haber cedido una manga le dejó fuera del Masters. A Hewitt la derrota puede costarle también muy cara, puesto que su clasificación para las semifinales queda a expensas de lo que ocurra hoy en el partido entre Sampras y Safin. Si el estadounidense gana en dos mangas, dejará fuera a Hewitt. Safín está ya clasificado. En el otro grupo, la victoria de Kuerten ante Norman (7-5 y 6-3) clasificó de forma automática a Agassi. Kuerten, sin embargo, depende de lo que consiga hacer hoy ante Kafelnikov.

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