Blair pide colaboración ciudadana para aclarar el asesinato de un niño

La muerte violenta de Damilola Taylor, el escolar nigeriano de 10 años apuñalado el lunes cuando regresaba a su hogar en el barrio de Peckham, uno de los más conflictivos de Londres, ha llevado a un avergonzado Gobierno laborista a pedir la colaboración ciudadana para combatir el crimen. En una comparecencia ante la Cámara de los Comunes, el primer ministro, Tony Blair, calificó el asesinato de "brutal y horroroso". Después de hacer votos por detener a los culpables, admitió con amargura que el chico había venido de su país pensando que tenía la vida por delante. "Es desmoralizador que haya terminado de esta forma tan espantosa", dijo.Para la familia del niño muerto, la experiencia británica no ha podido ser más nefasta. Gloria, la madre, de 49 años, viajó desde la ciudad de Lagos con su hija para que los médicos aliviaran la epilepsia que padece y le impedía moverse. Ella trabajaba en un banco y su marido tiene un puesto administrativo en el ministerio de Defensa en la capital, Abuja. Para los británicos blancos se trataba de unos emigrantes más confinados en el barrio de Peckham. "Teníamos una buena posición en nuestra patria. Ojalá nunca hubiéramos venido", ha lamentado la madre de Damilola.

Su hijo murió desangrado en las escaleras de su casa, adonde llegó arrastrándose tras el asalto. Una agonía que dejó un rastro de sangre en la acera de unos cien metros.