La justicia francesa ordena la detención de Mobutu, el ex 'número dos' de ETA huido

Los tribunales franceses dictaron el pasado viernes orden de detención contra el ex número dos de ETA Félix Alberto López de Lacalle, Mobutu, por violar la residencia vigilada en que permanecía desde el 10 de julio tras cumplir siete años de prisión. El pasado día 13 Mobutu huyó del hotel de Aubusson (centro de Francia) donde vivía, vigilado por seis agentes de un servicio de élite. Tras esa fuga, el PSOE instó al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, a impulsar el espacio judicial único en Europa, un objetivo que el Gobierno comparte plenamente.

Más extradiciones

La fuga de Mobutu puso de relieve las dificultades que en ocasiones afronta la colaboración en la lucha antiterrorista, que el Gobierno considera ejemplar pese al "desgraciado accidente", como calificó el Ministerio del Interior francés la huida del ex jefe de ETA. España no solicitó la extradición de Mobutu porque la Fiscalía de la Audiencia Nacional no había encontrado elementos suficientes para hacerlo por asesinato y no había lugar a pedirla por pertenencia a banda armada ya que por ese delito fue condenado en Francia.Intentaron el procedimiento de expulsión a España pero el ex jefe etarra recurrió y un tribunal francés desestimó la entrega a las autoridades españolas por considerar que se trataba de una extradición encubierta (el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo así lo había solicitado) y sólo admitió la expulsión a un tercer país. Mobutu burló la vigilancia policial (de madrugada y utilizando las sábanas para deslizarse por una ventana) cuando estaba pendiente la resolución de su recurso contra esta última decisión.

Ayer se conoció que el viernes la fiscalía francesa abrió el procedimiento contra Mobutu por "violación de una orden de residencia vigilada" y a continuación dictó la orden de búsqueda y captura, según informa Europa Press. Si el ex número dos de ETA es detenido tendrá que cumplir previsiblemente otra condena en Francia por su fuga, por lo que su regreso a España se demoraría aún más.

Pero las vicisitudes de la colaboración en la lucha antiterrorista van más allá de ese espacio judicial único que anhelan tanto el Gobierno de Aznar como los socialistas. Tras las demoras que han inducido en los tribunales de París los reos etarras al solicitar interpretes en euskera, ayer se comprobó que la nueva estrategia de los miembros de la banda para obstaculizar los procedimientos de extradición consiste en negar su identidad, informa Efe.

Ayer en el Tribunal de Apelación de París durante una vista para la extradición del ex jefe del aparato militar de la organización terrorista José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, Irantzu Gallastegi Sodupe y el ex jefe del comando Vizcaya Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, dijeron ser otros miembros de ETA. Así, Kantauri se identificó como Jon Bienzobas, Karaka; Gallastegi como Idoia Martínez García y Gadafi aseguró que se apellida Arizkuren Ruiz.

El presidente de ese Tribunal, Gilbert Azibert, lamentó que después de que la corte se haya esforzado en poner a disposición de los presos de ETA un intérprete en euskera, como éstos solicitaban, los extraditables recurran ahora a este tipo de artimañas.

Kantauri, a quien se le notificó una nueva demanda de extradición (están pendientes otras que han quedado ya vistas para sentencia) cursada el 14 de febrero de 1989 por el juez Carlos Bueren por supuesta "pertenencia a banda armada y daños materiales", dijo que no reconocía al tribunal y que se marchaba, lo que llevó al presidente a ordenarle que se quedara, lo que condujo a un forcejeo entre el acusado y los policías.Se le acusa de haber puesto dos bombas en el parque Naira de Escoriaza (Guipúzcoa) junto a la presunta jefa de los comandos legales (no fichados), Soledad Iparraguirre, Anboto. La fiscal Martine Ceccaldi pidió al Tribunal que solicite información adicional a España para poder determinar si han prescrito algunos delitos. Esta corte emitirá su dictámen sobre esta demanda el 13 de diciembre. Asimismo se notificó a Gallastegi (detenida junto a Kantauri el 9 de marzo de 1999 en París) otra demanda de extradición por intento de asesinato y tenencia de explosivos.