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Fomento rechaza el traslado de los vecinos de Coslada que pactó Arias-Salgado

Los deseos de más de mil familias del barrio de la Estación de Coslada de empezar una nueva vida lejos del ruido infernal del aeropuerto de Barajas continúan, de momento, en el aire. Tras una reunión entre el alcalde de esa localidad, Juan Granados, del PSOE, y el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, éste anunció ayer que Fomento no reconoce el compromiso al que llegó en su día el entonces ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, y que sólo en enero, tras un nuevo informe, decidirá si se traslada a los vecinos afectados por el ruido.

El alcalde de Coslada, Juan Granados, del PSOE, llegó al ministerio acompañado por la primera teniente de alcalde, Marisa Moreno, de IU. Ambos esperaban que en la reunión con el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, se definiera por fin cuándo y con qué presupuestos se contaría para trasladar el barrio de la Estación a una zona alejada del aeropuerto de Barajas. Pero no fue así.Tras dos largas horas de infructuosas negociaciones, Blanco les dijo a los representantes del Ayuntamiento de Coslada que, de momento, no hay traslado. En el barrio de la Estación viven 1.050 familias, unas 3.240 personas que sufren, por su cercanía a la tercera pista de Barajas, (menos de dos kilómetros), niveles de ruido superiores a los 90 decibelios. El límite legal es de 55 por las noches.

A pesar de que en 1998 el entonces ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se comprometió en enero pasado a trasladar el barrio, el nuevo equipo del actual titular de la cartera, Francisco Álvarez Cascos, no reconoce tal compromiso. Ayer, Blanco anunció que el ministerio elaborará nuevos informes y que sólo en enero de 2001 se sabrá si hay traslado o no. Es posible, según la interpretación que hizo el alcalde de Coslada de las palabras de Blanco, que el traslado sea parcial y que las otras casas se insonoricen. "Eso causaría un grave problema social. Lo que no entendemos es por qué, si en su momento los acuerdos fueron válidos, no lo son ahora", señaló Granados.

Tras la reunión, el alcalde y su primera teniente aparecieron ante los medios de comunicación visiblemente pesimistas. "Hemos retrocedido un año entero. Han sido dos horas de interpretaciones y no hay ningún compromiso de traslado del barrio", afirmó el alcalde. Y agregó: "Yo no quiero hablar de cachondeo, pero se suponía que veníamos aquí a definir la fecha del traslado".

Benigno Blanco, en cambio, consideró "positiva" la reunión. En su opinión, es necesario que se reconduzcan las negociaciones en función del estudio de impacto ambiental. Blanco insistió en que nunca se llegó a un acuerdo definitivo sobre la situación del barrio y su posible traslado a uno nuevo. Se comprometió, eso sí, a tener un nuevo informe a mediados de diciembre, fecha en la cual se volverá a reunir con el alcalde de Coslada. En enero, dijo, Fomento convocará una comisión de gestión del plan de aislamiento acústico, que determinará el futuro de las familias de la zona. Granados, no obstante, se mostró escéptico: "Lamentablemente, el traslado está cada vez más lejos. Pero antes de que acabe el año tiene que haber una solución; de lo contrario, no se entendería", dijo. "Estamos hasta las narices de que se cachondeen de nosotros", dijo un vecino que se encontraba en el lugar.

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