Aznar responde a la petición de diálogo con una oferta al PSOE de pacto contra el PNV

José María Aznar retomó ayer la iniciativa, ante la ejecutiva del PP, y sorprendió al PSOE proponiéndole un "acuerdo de fondo y a fondo" sobre la difícil situación del País Vasco que margine al actual PNV. Ante el clamor de diálogo político frente a ETA, Aznar respondía así a la oferta de consenso antiterrorista que el PSOE le remitió hace 13 días. El líder de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, ha interpretado esta respuesta como la reapertura del diálogo antiterrorista entre ambos partidos, aunque, en el fondo, PP y PSOE reafirman sus criterios dispares sobre cómo encauzar la lucha contra ETA.

El presidente del Gobierno y del PP remachó ayer, ante la ejecutiva de su partido, sus conocidas tesis a favor de un gran acuerdo con el PSOE y contra el PNV soberanista que lidera Xabier Arzalluz, una iniciativa que ya había expresado el viernes en su comparecencia institucional en Zagreb. Un pacto para cambiar cuanto antes la situación política en Euskadi con un Gobierno no nacionalista. El PSOE, a su vez, mantuvo sus posiciones de fondo, discrepantes con las del PP: es necesario el diálogo político y un pacto antiterrorista, y no debe decidirse nada sobre las alianzas en Euskadi hasta después de las elecciones. "La peor trampa en la que puede caer quien dirige el país es negar el diálogo", dijo Zapatero en respuesta al Gobierno, que había calificado de "diálogo-trampa" la posibilidad de abrir ahora conversaciones con el PNV.En el PP interpretan que Aznar, en Zagreb, dirigió su mensaje a la sociedad en general para responder a las demandas a favor del diálogo que escuchó el jueves en Barcelona durante la manifestación de condena al asesinato de Ernest Lluch. Y señalan que la oferta de pacto "de fondo y a fondo" de ayer es una respuesta particular y bilateral al PSOE para superar "los recursos retóricos y las apelaciones a la lealtad vacía". Expresión con la que los populares descalifican el documento que los socialistas enviaron a La Moncloa hace dos semanas.

El secretario general del PP, Javier Arenas, lamentó las contradictorias posturas que sobre el País Vasco observa en los socialistas y eludió precisar si habrá o no una próxima reunión entre Aznar y Zapatero, aunque garantizó que, en cualquier caso, el PSOE "va a seguir estando" informado de todas las decisiones que adopte el Gobierno frente a ETA.

No fue más allá. De hecho, se negó a responder si Aznar aceptará firmar el documento de consenso antiterrorista que le ha remitido el PSOE y que hasta ahora ha sido despachado con displicencia. Dijo que esa cuestión no es "fundamental", sino accesoria. Ni la descartó ni la rechazó. Pero todo hace indicar que la propuesta que Aznar hizo ayer en tono apremiante pretende desplazar la iniciativa del primer partido de la oposición.

De hecho, Arenas emplazó al PSOE a responder afirmativamente a siete interrogantes ("no condiciones") como requisito para debatir un hipotético pacto: "Hace falta un cambio de rumbo profundo en el País Vasco", enfatizó. Un giro que para Aznar y el PP pasa, según este pretendido pacto "atemporal y no preelectoral ni poselectoral" ofertado a los socialistas a través de la prensa, por "construir una alternativa de libertad para ofrecérsela a los vascos".

Rodríguez Zapatero reaccionó favorablemente a este documento de Aznar, ya que, en su criterio, puede propiciar la apertura de un diálogo para "llegar a un gran acuerdo" con el Gobierno contra el terrorismo. Reprochó, eso sí, la forma, pública, en que el presidente ha dado a conocer su iniciativa. "Leeré la propuesta de Aznar, como espero que él la haya leído la que le envié yo", dijo en rueda de prensa Zapatero, quien ironizó sobre el documento del PP: "Tiene más preguntas que respuestas".

El líder del PSOE reiteró su pretensión de firmar un pacto de Estado contra el terrorismo, e insistió en que es apremiante ante la escalada asesina de ETA. Argumentó a su favor la ausencia de un marco común con el Gobierno para combatir al terrorismo, una vez que el Pacto de Ajuria Enea dejó de funcionar hace ya dos años y medio.

Zapatero defendió que la firma de este pacto contra ETA "acabaría con las polémicas actuales y las falsas interpretaciones". Serviría también, dijo, para hacer auténticamente corresponsable al PSOE en la política antiterrorista. Reprochó, a este respecto, "iniciativas unilaterales" del Gobierno, como la reforma legal contra el terrorismo, que el Ejecutivo dio a conocer sin acordarla previamente con el PSOE, y la condena contra ETA que Aznar presentó en la Cumbre Iberoamericana de Panamá.

"Es evidente que no hay posibilidad de abrir un espacio constructivo en el País Vasco, de alimentar una estrategia que pueda ser construir una mayoría distinta, si ni siquiera el PP está dispuesto a suscribir un pacto antiterrorista con el PSOE", advirtió.

Su propuesta tiene cuatro niveles: diálogo entre el Gobierno y el primer partido de la oposición; diálogo entre los Gobiernos central y vasco; un tercer diálogo extendido a todos los partidos democráticos, incluyendo al PNV si éste rectifica, y la exigencia de elecciones anticipadas en el País Vasco.

Zapatero apeló a la "paciencia" para cerrar un acuerdo con el Gobierno. Por ello no llevará, por el momento, al Parlamento el documento que ha dirigido al Ejecutivo y que éste no ha querido debatir hasta el momento.