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Skunk y Lisabö muestran desde Irún sus diferentes visiones del rock

Con dos baterías

El pasado junio, el grupo Skunk celebró su décimo aniversario con un concierto en el estadio Chayla de Beirut. Pero sus nueve miembros, que se reparten entre Irún, Hendaya y otras poblaciones cercanas, no querían que las celebraciones se limitaran a eso y pensaron que era un buen momento para repasar su trayectoria con un disco en directo. El álbum se titula #1 y se presenta hoy la sala Tunk! de Irún.El hecho de que esa nueva entrega se haya grabado en vivo invita a presagiar que el concierto será fiel reflejo de su contenido. Así, las paredes de Tunk! retumbarán con un cóctel festivo y un tanto caótico de ska punk, arranques hardcore que, al estar aderezados con vientos, remiten a los Voodoo Glow Skulls, pinceladas reggae y raggamuffin. Hasta jotas suenan en un álbum que no oculta cierta simpatía por el culto rastafari y se completa con una adaptación del Indios de Barcelona de Mano Negra, otra de los Clash y un canto tradicional húngaro.

En los diez años que lleva en activo, el grupo Skunk ha dado más de 500 conciertos, ha grabado cuatro elepés y su presencia ha sido requerida en más de 20 recopilaciones publicadas en España, Francia, Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Canadá e Italia. Igualmente, ha apostado por la autogestión al crear la compañía discográfica Skunk Diskak, que ha puesto en circulación #1.

Otros que tienen nuevo disco en el mercado, aunque habrá que esperar algo más para verles en directo, son Lisabö. Bajo ese nombre se esconden cuatro músicos de Irún que pueden alardear de originalidad por su peculiar formación: dos baterías, bajo y guitarra. Con esos instrumentos, y el refuerzo ocasional de un chelo, han grabado los 11 cortes que recoge Ezarian, su estreno discográfico, en clave post rock, con Esan Ozenki Records.El contenido del disco también se aleja de la música que suelen ofrecer los demás grupos afincados en Euskadi. El cuarteto parece no conformarse con los esquemas habituales del rock y pretende darles otra vuelta de tuerca. Así, basa su propuesta en la experimentación y, al querer ir más allá, obtiene como resultado lo que se ha dado en llamar post rock. En Ezarian hay espacio para ambientaciones apesadumbradas cuya gravedad se acrecienta con el sonido del citado chelo, ejercicios de rock experimental, pasajes ruidosos que contrastan con otros en los que la instrumentación se reduce al mínimo, cambios de ritmo e incluso áridas composiciones que supuran electricidad durante 11 minutos. Una propuesta que se completa con unos textos y un diseño propio igualmente iconoclastas.

Lisabö presentará Ezarian en el Gazteszena de San Sebastián (el 26 de diciembre), en el Kafe Antzokia de Bilbao (28) y en la sala Jam de Bergara (29). En los tres locales compartirá escenario con Dut y la cantautora Anari.

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