Declaran como imputados cuatro jóvenes por amenazas terroristas contra María San Gil
La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios tomó declaración en calidad de imputados a cuatro jóvenes, con edades comprendidas entre 17 y 18 años, que participaron en una manifestación en la que se lanzaron gritos en los que se pedía a ETA que matase a la presidenta del PP en Guipúzcoa y teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián, María San Gil. Ésta presentó una denuncia por entender que se habían vertido amenazas terroristas contra su persona y que esa conducta no podía quedar impune. San Gil se quejó ayer de que, tras declarar, los jóvenes hubieran vuelto a sus casas.Sin embargo, la juez no tomó ninguna decisión sobre la situación personal de los varones U. Z. L., C. A. G., U. G. L. y de la joven U. B. R. Ni siquiera la solicitó la fiscal Blanca Rodríguez, porque, por el momento, no existen pruebas contra ellos.
Los cuatro admitieron en su declaración judicial que participaron en la contramanifestación organizada el 3 de agosto de este año en San Sebastián para contrarrestar la manifestación de protesta por el asesinato a manos de ETA del ex gobernador civil de la provincia Juan María Jáuregui, ocurrido el 29 de julio anterior.
Los cuatro, que fueron identificados
por la Ertzaintza como las personas que portaban una pancarta con el lema "Eman hitza Euskal Herriari" ("Dad la palabra al País Vasco"), negaron haber proferido ningún grito contra San Gil. Preguntados si oyeron las amenazas de muerte contra la edil donostiarra, las respuestas fueron muy genéricas: alguno cree recordar que algo oyó y otro dice que puede que se gritase algo.
La fiscal conoce que existe un vídeo en el que se grabó la actuación de los imputados que no está incorporado al sumario y piensa solicitar que se aporte a la causa. En ese momento, tras su visionado, se podrá comprobar si los cuatro jóvenes amenazaron a San Gil o no. Según fuentes jurídicas, si se comprueba que profirieron amenazas, será el momento de solicitar medidas cautelares contra ellos. Mientras tanto, simplemente han declarado.
San Gil se mostró ayer decepcionada porque la juez no haya hecho nada contra los cuatro imputados, y señaló que lanzar amenazas de muerte y que no pase nada no le cabe a nadie en la cabeza.
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