El PSOE votará contra la reforma de la Ley de Extranjería por el recorte de los derechos

El PSOE votará contra la reforma de la Ley de Extranjería que hoy será debatida en el pleno del Congreso. El recorte de los derechos de los inmigrantes ha llevado a los socialistas a fijar su rechazo al conjunto de la ley, a pesar de que apoyará aquellos artículos que han pactado con el Gobierno y el PP. No obstante, ayer mismo remitieron una nueva redacción al Ejecutivo para que los derechos de sindicación y huelga se extiendan a todos los trabajadores extranjeros y no sólo a los que tengan permiso de residencia o trabajo, por lo que cabe aún un acuerdo in extremis.

A todos los trabajadores

Las negociaciones mantenidas hasta última hora por el Gobierno y el PP con los socialistas, Convergéncia i Unió y Coalición Canaria han llevado a un resultado dispar. El PSOE, CiU y CC votarán casi con total seguridad en contra de los cuatro artículos en los que se reconocen a los inmigrantes los derechos de sindicación, huelga, afiliación y asociación pero se limita su "ejercicio" a que tengan documentos que les permitan trabajar o vivir legalmente en España.Los tres partidos votarán igualmente a favor de aquellos artículos que han sido pactados previamente con el Gobierno, que asegura que "prácticamente el 70% de la ley ha sido consensuado". No obstante, las posturas serán diferentes en el momento en que se vote el conjunto de la ley. Consuelo Rumi y Diego López Garrido, ponentes por parte de los socialistas, anunciaron ayer que el voto socialista será negativo, salvo que en última instancia se modifique los artículos referidos a los derechos.

"Debido al empecinamiento del Gobierno en el tema de los derechos vamos a tener que decir que no al conjunto de la ley, aunque estemos de acuerdo con gran parte del texto", dijo ayer Consuelo Rumi poco antes de partir hacia Barcelona para participar en la manifestación de repulsa por el asesinato de Ernest Lluch.

Rumi, que subrayó que hay otros aspectos del texto incómodos para los socialistas, aseguró que en la mañana de ayer envió a Enrique Fernández-Miranda, delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, una nueva redacción para que se reconozca "a todos los trabajadores extranjeros" al menos los derechos de sindicación y huelga. Los socialistas incluso hubieran deseado que el pleno de hoy para debatir la ley de Extranjería antes de su remisión al Senado hubiese sido aplazado a la semana que viene para seguir negociando.CiU, por su parte, aseguró ayer que prácticamente ha decidido decir que sí al conjunto de la ley, aunque mantendrá su negativa a apoyar los capítulos referidos a los derechos cuando éstos sean votados de forma separada. "El Gobierno nos ha puesto muy fácil el votar sí a la ley, ya que a última hora ha recogido cuatro enmiendas nuestras que consideramos muy importantes", admitía ayer Carles Campuzano, ponente de la ley por el Grupo Catalán. Campuzano, no obstante, advirtió de que se guardará su postura definitiva hasta que suba a la tribuna de oradores. "La sensación es que vamos a votar que sí, pero la decisión final corresponde a Xavier Trías", portavoz de CiU en el Congreso.

El PP daba ayer por seguro el apoyo a la ley de CiU y Coalición Canaria y por asumido el no de los socialistas. "El voto contrario del PSOE no lo podemos entender después de que hayamos cedido tanto en el texto de la ley", declaraba la diputada popular Ángeles Muñoz. Quienes sí mantendrán su no inicial serán los diputados de Izquierda Unida así como la práctica totalidad de los del Grupo Mixto. El PNV, por su parte, se inclina por la abstención salvo un cambio de postura final por parte del Ejecutivo, ya que considera inconstitucional la redacción de los artículos de los derechos.

La mayoría absoluta del PP le asegura su aprobación hoy, aunque la ley podrá seguir siendo negociada en su paso por el Senado y antes de su regreso al Congreso para su configuración definitiva.

Por otro lado, el Parlamento asturiano aprobó ayer una iniciativa de IU, respaldada por el PSOE, que cuenta con mayoría absoluta en la Cámara, que rechaza la reforma de la ley de Extranjería que considera "innecesaria" dado el poco tiempo transcurrido desde su entrada en vigor.