Aquilino Duque prefiere la tradición a la ruptura en su 'Poesía incompleta'

La Diputación de Sevilla y la editorial Pre-Textos han editado Poesía incompleta. Obra poética reunida, una recopilación de todos los libros de poesía del escritor, ensayista y poeta Aquilino Duque (Sevilla, 1931). La obra, que fue presentada anoche en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras por el poeta Fernando Ortiz, reúne los ochos poemarios del autor de El mono azul -novela con la que ganó el Premio Nacional de Literatura en 1975- desde el primero, La calle de la luna (1950-1958), hasta el más reciente e inédito, Entreluces. El autor describió el volumen como su biografía poética, aunque no la cierra. "Mientras viva seguiré escribiendo poesía", dijo Duque. "Es mi manera de vivir y manifestarme", aseveró el escritor, que siempre ha apostado "por la tradición, frente a la ruptura: Me considero heredero y deudor de todos los poetas de la lengua castellana".

Ortiz resumió la obra poética de Duque en un verso de éste: "Vivir es estar siempre de viaje". Lo que caracteriza la lírica del autor de Las máscaras furtivas es su variedad y riqueza temática, fruto, señaló Ortiz, de su espíritu viajero. "Duque es un escritor muy sevillano y andaluz pero también universal", indicó, "habla igual del Trastévere de Roma que del barrio de Triana. Escribe de lo que sabe y sus saberes son muy variados".

En su opinión, la poesía de Duque es heredera de los maestros del Siglo de Oro, del modernismo de Rubén Darío, y también de Rafael Alberti y Fernando Villalón, "de la veta más campesina de Villalón". "La poesía de Duque, de riqueza métrica y estrófica, actualiza mucho de la lírica española", aseguró.

El volumen reúne los siguientes libros: La calle de la luna, Campo de la verdad, De palabra en palabra, El invisible anillo, Aire de Roma andaluza, El engaño del zorzal, Las nieves del tiempo y Entreluces.