Los cimientos de un barrio
Las obras de urbanización de las antiguas minas de Miribilla en Bilbao llegan a su ecuador
Llovia a mares, el viento soplaba fuerte y además hacía frío. No eran las mejores condiciones para visitar los terrenos en los que dentro de tres años nacerá un nuevo barrio de Bilbao. Pero la cita seguía en pie. Había visita. La superficie de 43 hectáreas -lo que ocupan otros tantos campos de fútbol- donde se levantarán 3.000 viviendas y dos parques era ayer por la mañana un auténtico barrizal salpicado de charcos.Lo que iba a ser una visita sobre el terreno empezó con una explicación bajo techo. A la una de la tarde, los hombres y mujeres trajeados que protegidos bajo sus paraguas iban llegando a lo que fueron las minas de Miribilla se refugiaron en una de esas casetas donde los obreros se cambian de ropa. Allí se apretaron, en escasos metros cuadrados, buena parte de los concejales de Bilbao, el alcalde, Iñaki Azkuna; los arquitectos que dirigen las obras de urbanización, Antón Aguirregoitia e Iñaki Aurrekoetxea, los promotores de las obras y una veintena de periodistas.
Ambos arquitectos fueron explicando sobre un mapa cómo será el barrio de Miribilla. Aún habrá que esperar tres años hasta que los vecinos habiten el nuevo barrio. Las primeras de las 3.000 viviendas se entregarán hacia mediados o finales de 2003. Será un barrio mixto. Habrá pisos de protección pública y de venta libre. las protegidas serán casi 2.000 y costarán unos 17 millones de pesetas, según uno de los promotores. Los mil pisos restantes serán de venta libre y alcanzarán precios cercanos a los 35 millones de pesetas.
Azkuna confía en que Miribilla sea un nexo de unión con los barrios de San Adrián y Bilbao la Vieja. Y reveló que anda en conversaciones para instalar "algo educactivo", sin precisar más, que "dé vida" a la zona y deje de ser "la retaguardia de Bilbao".
Las viviendas ocuparán una pequeña porción del nuevo barrio, sólo el 20% de las 43 hectáreas. El 80% restante de la superficie lo ocuparán dos parques -uno es un boulevard tan largo como el trecho entre las plazas Circular y Moyúa; y el otro será redondo-, las áreas peatonales, las carreteras, los bidegorris, zonas deportivas y escolares.
Aunque los encargados de las obras aseguran haber llegado "al ecuador" del proyecto, lo cierto es que el trabajo realizado hasta ahora es difícil de apreciar a simple vista. Porque ha sido básicamente nivelar el terreno, tarea que ha llevado varios años porque aquello era un laberinto de túneles mineros. Como quedan por construir los cimientos de los edificios y los aparcamientos subterráneos, no será hasta la primavera de 2002 cuando empiecen a levantarse, y verse, las casas.
Concluida la explicación sobre el papel, las autoridades, los arquitectos, los promotores y los reporteros se repartieron en un minibus y varios todo terrenos para emprender la parte práctica de la visita. Vieron el trazado de los nuevos parques, lo que serán las calles futuras y los enormes socavones donde se asentarán los edificios. El origen de un barrio.
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