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Caída del 6,86% en Bolsa y amenaza de huelga

El precio que el BSCH pagará por el Banespa (3.710 millones de dólares) puede ser discutible. Pero de una cosa nadie duda: además de un gran banco, lo que se vendió ayer fue un montón de problemas financieros -muchos desconocidos en toda su amplitud- y laborales, con amenazas de huelga de los empleados. Quizá por ambas razones, los inversores castigaron ayer al banco español. Sus acciones perdieron un 6,86% en la Bolsa de Madrid, hasta los 10,45 euros (1.739 pesetas), mientras en Nueva York cayó un 9,87%. Los títulos se situaron por primera vez por debajo del precio de la ampliación de capital que el BSCH realizó en junio. Cuando llegaron las noticias de Río de Janeiro, el banco retrocedió en minutos un 5%. Los analistas coinciden en que el precio pagado por Banespa tiene la culpa. La agencia de calificación de solvencia FitchIbca anunció ayer quer colocaba al banco que presiden Emilio Botín y José María Amusátegui en observación con implicaciones negativas.El BSCH asegura que el Banespa está saneado gracias a los 30.000 millones de dólares (5,8 billones de pesetas) aplicados en los últimos cinco años para corregir los desmanes de los sucesivos Gobiernos estatales de São Paulo. La compra puede dar más problemas al BSCH a largo plazo desde el punto de vista de empleo. Los empleados, que en su mayoría se oponen a la privatización, temen recortes de plantilla y el sindicato ya ha propuesto una huelga indefinida para el 28 de noviembre. Además, el Banespa, fundado en 1909, es el tercer banco público de Brasil y existen muchas dudas sobre su salud financiera. "Es como una caja negra, nadie sabe exactamente qué va a encontrar cuando la abra", insistía un director del Itaú. Se calcula que los nuevos dueños tardarán al menos dos años en entender qué hay en sus entrañas.

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