Roncero no fue profeta en su barrio

Fabián Roncero, plusmarquista español de 10.000 metros y de maratón, no pudo con el keniano Evans Ruto en la Carrera de Canillejas, disputada en el barrio madrileño en el que se ha formado como atleta. Al final de la prueba, Roncero anunció que renunciaba a participar en el Mundial de maratón del año próximo.Además de ellos, pero varias horas antes, centenares de niños de los colegios del distrito de San Blas participaron también en pequeñas versiones de esta prueba. Los más pequeños corrieron 1,5 kilómetros, y los mayores, hasta 14 años, cuatro.

Por decimoctavo año consecutivo, no hubo triunfo español en la Popular de Canillejas, que cumplió ayer su 21ª edición. Desde que en 1983 venció el cántabro José Manuel Abascal, los triunfadores siempre han sido extranjeros, y casi siempre, como esta vez, kenianos. Ruto, quinto en el Mundial de cross en 1998 y con una marca de 13.02.71 en 5.000 metros, atacó en el quinto kilómetro y Roncero,aunque lo intentó, no pudo seguirlo. El español prefirió quedarse en el segundo grupo para jugarse la segunda plaza al sprint. El keniano recorrió los 10 kilómetros entre la avenida de Guadalajara y el parque de Canillejas en 28.54. Veintiséis segundos después llegó a la meta el marroquí Mohamed Erraui, que superó a Roncero en los últimos metros.

"Es mi segunda carrera y todavía no estoy en forma. Voy a hacer cross y la San Silvestre para ir alcanzando el punto idóneo para el maratón de primavera, toda-vía no sé cuál", declaró Roncero.El plusmarquista español de maratón anunció que el año próximo tratará de ganarse un puesto en 5.000 o en 10.000 metros para los Mundiales de Edmonton (Canadá). El último día del año, Roncero espera estar "al cien por cien" para la San Silvestre Vallecana. "Aquí me he agarrotado un poco en el sprint, pero no está mal para estas alturas de temporada", añadió el atleta madrileño.

La carrera estuvo rodeada de cierta polémica porque el organizador, José Cano, prefirió ahorrarse el canon (unas 130.000 pesetas) que se paga a la Federación Española para contar con un médico encargado del control antidrogas y un delegado, y también otras 150.000 para que la Federación Madrileña aportara jueces.