Descenso de la tensión

La tensión ha descendido en las calles palestinas, aseguraba ayer el mando militar israelí, aunque reconocía que se continuaban produciendo incidentes en todas partes. Parecía como si la Intifada se hubiera tomado un respiro en espera de las negociaciones secretas que podrían reanudarse esta semana, en cuanto llegue a la zona el emisario de la Casa Blanca, Dennis Ross, que trata de poner en pie los cimientos de una nueva cumbre entre Arafat y Barak.Las autoridades israelíes se felicitaban ayer por el respiro en esta lucha, aunque discrepaban sobre sus razones: unos las atribuían a la represión del Ejército, mientras que otros aseguraban que era fruto de la actitud vigilante y decidida de Arafat contra los elementos más activos de la Intifada, a los que ha prohibido disparar, abusar de las armas de fuego o pasearse con el rostro enmascarado.

Los observadores más realistas aseguran que el paréntesis es en realidad un descanso, con el que los protagonistas de la Intifada tratan de reponer fuerzas ante una nueva oleada de violencia, que presumiblemente se iniciará hoy en todos los territorios y el mundo árabe, donde se ha convocado una nueva Jornada de Ira, para acabar con la hegemonía de Estados Unidos en la negociación del proceso de paz.