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Francia confirma que Elf pagó comisiones "exorbitantes" por Ertoil

La compra de la petrolera Ertoil en 1991 por la sociedad luxemburguesa GMH, pantalla de la compañía estatal francesa Elf Aquitaine, conllevó comisiones "exorbitantes" por importe de 6.350 millones y supuso una "sangría" en las cuentas de la sociedad. Así lo han confirmado los jueces que investigan a Elf Aquitaine a la juez Teresa Palacios, que indaga el llamado caso Ercros. Las investigaciones francesas apuntan al financiero Javier de la Rosa, ex vicepresidente de Ercros, como perceptor de 1.000 millones a través de la sociedad Microtech Financial Corporation.

En la comisión rogatoria solicitada por la juez Palacios en septiembre de 1999, recién traducida, los jueces franceses detallan cómo Elf Aquitaine diseñó en 1990 un plan para aumentar su presencia en el mercado español, en el que participaba a través de Cepsa con un un 20%. Para ello, y aprovechando la urgencia en vender activos del grupo kuwaití KIO-Ercros (apurado tras la invasión de Kuwait por parte de Irak), decidió adquirir Ertoil para fusionarla con Cepsa y competir con el gigante español Repsol. No lo podía hacer directamente. Los directivos de Cepsa y de Ercros-Ertoil no se llevaban precisamente bien y las autoridades españolas no veían con buenos ojos el desembarco directo de una compañía estatal extranjera.

Sociedad pantalla

Por ello, Elf buscó una sociedad pantalla: la General Mediterranean Holding (GMH), radicada en Luxemburgo, sin intereses en el sector petrolero y controlada, curiosamente, por un empresario de origen iraquí, Nadmi Auchi. Esta sociedad sería la encargada de dar el pase final de Ertoil a Cepsa a cambio de jugosas comisiones. Teóricamente, Elf no perdía nada. En principio pagaba las comisiones, pero sería finalmente Cepsa quien corriera con los gastos, ya que Elf se había asegurado con GMH una opción de compra de Ertoil que Cepsa, finalmente, tendría que pagar. GMH pagó a Ercros por Ertoil 41.400 millones de pesetas. Cepsa, unos meses después, pagó por la sociedad 45.856 millones, 4.456 millones más.De esta forma, GMH, según los jueces franceses, "sirvió a la vez como puente y como pantalla en la adquisión de los títulos [de Ertoil]" y "permitiría, también, el pago de comisiones exorbitantes".

Esa cifra "exorbitante" ascendió, según la investigación, a unos 6.350 millones, repartidos así: 3.600 millones para la filial de GMH, Pan African Investment Holding; otros 2.000 millones para la matriz, GMH; 300 millones en concepto de dividendo de Ertoil también para GMH, y 450 millones para una misteriosa sociedad llamada Venusia. Los jueces añaden el pago de otros 72 millones de francos (unos 1.318 millone de pesetas) a Daniel Busturia, representante de Elf Aquitaine en España, aunque en este caso no está claro que toda la cantidad esté relacionada con la venta de Ertoil.

"[Javier] De la Rosa", relata el juez Van Ruymbeke "podría ser el verdadero destinatario de parte de esta comisión". El juez extrae esta conclusión de una nota interna incautada en los locales de Elf en mayo de 1997 en la que se alude a una carta dirigida por GMH a De la Rosa el 31 de diciembre de 1990, pocos días antes de que cerrara la operación, "en la que se preveía el pago de 1.000 millones de pesetas a favor de la sociedad Microtech Financial Corporation".

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Sobre esta sociedad, De la Rosa ya ha dado explicaciones en la Audiencia Nacional. Según fuentes de la investigación, De la Rosa, en su declaración, aludió espontáneamente a la existencia de esta sociedad, desvinculándose de la misma, hasta el punto que en su declaración se refirió a ella como "Microsoft". El fiscal, irónicamente, le puntualizó que Microsoft es propiedad de Bill Gates.

De todo el proceso, los jueces franceses concluyen que sobre las cuentas de Ertoil se produjo "una sangría" que benefició, en primera instancia al menos, a dos sociedades: el grupo luxemburgués GMH y la sociedad Venusia. Sobre esta sociedad, los investigadores lo desconocen todo. Pero insinúan que puede estar relacionada con Cepsa ya que señalan que "en esta fase, parece difícil dirigirse a Cepsa para que amplíe información [sobre Venusia]".

Números que no cuadran

A los jueces franceses tampoco les convence cómo se cerró la operación Ertoil porque los números no cuadran. Tras la intervención de GMH, fue Cepsa quien adquirió Ertoil por un precio final de 45.856 millones. En ese precio se incluían los 41.400 millones que había pagado GMH a Ercros más 4.456 millones por la opción de compra de Elf sobre Ertoil.Pues bien, los jueces destacan que mientras en España las investigaciones apuntan a que Cepsa pagó esos miles de millones más , en Francia la documentación incautada a Elf concreta que Cepsa sólo pagó 2.200 millones."¿Cuál ha sido el destino de esa diferencia?", se pregunta el juez francés.

Los documentos enviados a la juez española son cruciales para el desenlace del caso Ercros que investiga la juez Teresa Palacios desde hace más de un año a instancias del Partido Democrático Nueva Izquierda (PDNI). Éste denunció que en la operación se pudieron haber vulnerado normas fiscales y perjudicado a los accionistas.

La Fiscalía Anticorrupción consideró que el perjuicio para las arcas públicas podría haber superado los 3.500 millones de pesetas.

En la comisión rogatoria francesa no se alude en ningún momento al actual ministro de Exteriores y ex ministro de Industria y Energía, Josep Piqué. Piqué era en aquella época director de Estrategia de Ercros, consejero y miembro de su ejecutiva.

Del espionaje a las donaciones olímpicas

La investigación de la compraventa de Ertoil por Elf Aquitaine es sólo la punta del iceberg del caso Elf que investigan los jueces franceses. Además, los investigadores siguen la pista de las comisiones pagadas por la compañía estatal francesa en la antigua República Democrática Alemana -compra de la refinería Leuna-; Reino Unido -adquisición de la compañía Oxy-, Rusia y Uzbekistán, entre otros asuntos.La investigación ha destapado todo un mundo de odios, enfrentamientos y trabajos irregulares en Elf Aquitaine. El que fuera su presidente, Loick Le Floch -imputado-, llega a describir la compañía como una especie de gran agencia de información, penetrada por antiguos agentes de los servicios de información del Sdece y la DST, a los que es imposible llevar al orden. "No sucede nada en los países petroleros, en especial en África, cuyo origen no sea Elf", relata Le Floch en una confesión recogida por el semanario L'Express.

En las declaraciones enviadas a la juez Palacios no falta nada, desde el directivo que denuncia amenazas y chantajes en el seno de la empresa, hasta el asesor externo de la compañía que actúa como conseguidor de Elf en países exóticos como China y Uzbekistán y que para sus encargos pilota su propio avión privado por cuenta de la petrolera. Muestra del ambiente que reinó en Elf es el apodo con el que se conocía a Hubert Le Blanc, una especie de representante del presidente Le Floch, a quien se apodaba en la compañía "007". Preguntado por los jueces por tan llamativo nombre, Le Blanc afirmó que se le conocía así "porque viajaba mucho". Le Blanc, presuntamente, fue quien primero contactó con el iraquí Auchi para la operación Ertoil.

Especialmente curioso es el relato que lleva a cabo André Guelfi, especie de agente externo, de quien se afirma que fue piloto personal del rey de Marruecos, Hassan II.

Guelfi admite que ha trabajado como asesor para Elf en diferentes proyectos y que utiliza "para establecer contactos al más alto nivel y concluir mis asuntos" a los comité olímpicos. "Quiero manifestar" añade Guelfi en su declaración "que todos esos contratos van a suponer para mí decenas de millones de dólares en comisiones y entrego siempre la mitad de ellas al comité olímpico del país en que efectúo el negocio".

"Cuando digo que doy la mitad de mis comisiones al comité olímpico del país con el que realizo el asunto, se trata de una voluntad deliberada por mi parte, que me abre las puertas. Es una utilización de mi comisión tal como lo entiendo yo, y nunca se me impuso que diese tal o cual cantidad".

La petrolera española valía 70.000 millones de pesetas

Ercros ingresó por la venta de Ertoil 41.400 millones de pesetas. Según varios de los directivos de Elf interrogados, ese precio era una ganga. Así por ejemplo, Alain Guillon, director de Elf, declaró en el sumario que se sigue en Francia que el precio de 70.000 millones de pesetas "fue revelado a mediados de enero de 1990, a raíz de una reunión de accionistas de Ertoil, donde se nos anunció que estaban ya muy avanzadas las negociaciones con nigerianos sobre este precio de 70.000 millones de pesetas". Según Guillon, tras el golpe de Estado registrado en Nigeria en abril-mayo de 1990, Elf logró todas las cuentas de Ertoil. "Nos hicimos con la totalidad de las cuentas de Ertoil que estaban en poder de los nigerianos" concluyó.Esa diferencia en el precio teórico de Ertoil y el finalmente pagado a Ercros ha servido a los directivos de Elf para explicar el buen negocio realizado y el interés de la compañía por negociar rápidamente un acuerdo.

Los directivos franceses del Elf atribuyen las prisas mostradas para cerrar el trato por el representante de KIO, Javier de la Rosa, a la difícil situación por la que atravesaba el grupo inversor kuwaití, en pleno conflicto con Irak y necesitado de liquidez inmediata.

Por su parte, De la Rosa ha manifestado al respecto que la venta de la petrolera Ertoil por 41.400 millones de pesetas fue "muy buena" porque esa cantidad pactada suponía 30 veces el beneficio de la empresa.

El traductor detecta que falta un folio en los documentos

La comisión rogatoria enviada por los jueces franceses Eva Joly, Laurecne Vichnievsky y Renaud Van Ruymbeke a su colega española Teresa Palacios está incompleta. En los cuatro tomos y más de 600 folios que componen la comisión rogatoria falta una hoja "original", según manifiesta el traductor de la Audiencia Nacional en una nota a pie de página. La hoja ausente es parte de la declaración de Jean Marie De L'Estaing, director financiero de Elf Atochem -una de las filiales del grupo francés-, quien da cuenta de la reunión que se celebró en enero de 1991 en Barcelona entre representantes de Elf, Ertoil y GMH. La declaración de De L'Estaing concluye así: "No estoy seguro de que estuviese presente Auchi [el responsable de GMH]. Cada parte tenía sus abogados. Había también un representante...". La rogatoria, solicitada a Francia en 1999, tuvo una larga tramitación. La juez Palacios llegó a requerir al Ministerio de Justicia para que detallara todos los pasos que siguió desde su recepción hasta su envío a la Audiencia Nacional, trámite que se demoró una semana durante el mes de julio.

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