El viajero 'disuadido', nueva categoría
El año pasado presentamos ante el Defensor del Pueblo dos informes sobre las actuaciones de las empresas de seguridad privada (ambos están pendientes de resolución).En ellos, y entre otras cuestiones, se hace hincapié sobre los partes de trabajo cumplimentados diariamente por los vigilantes jurados.
Ahora, venimos observando que las empresas de seguridad han establecido una nueva categoría de usuarios del Metro de Madrid en función de los beneficios que les generan a ellas. Al menos, contribuirá para seguir dando la imagen de que son necesarias.
Una vez más, se trata de crear una necesidad para que se refuercen sus contratos comerciales con Metro de Madrid, SA, en este proceso de "militarización" de Metro y de todos los espacios públicos. En los partes diarios, muchos vigilantes jurados están anotando "el número de viajeros disuadidos".
Según ellos, se trata de viajeros que pagan billete como consecuencia de su actuación (o presencia). Así, en el apartado de observaciones los vigilantes jurados que colaboran en este "truco contable" escriben un número de viajeros disuadidos: 15, 20, 40, 117... el número que les da la gana y les consienten o promueven.
Evidentemente, deben contar con el beneplácito (¿la orden?) de la empresa de seguridad privada, ya que ésta examina y archiva los partes. En Metro, ¿se habrá enterado el propio gerente de seguridad? En todo caso, alguna responsabilidad debiera tener, como el director gerente.
En nuestra opinión, esta práctica es consecuencia de un hecho claro: cada día resultan más inútiles (realmente) las empresas de seguridad. Su presencia en Metro es desproporcionada.
Parece como si tuvieran que demostrar que sirven para algo y así, con el objetivo de reforzar los partes, la empresas se inventan la figura contable del "viajero disuadido".
Hay estaciones en las que hay más vigilantes jurados que trabajadores de Metro.
Vigilantes jurados con ínfima actividad, anclados por orden superior frente a los torniquetes y que apenas recorren la estación.
Así, atienden a viajeros, informando sobre calles, líneas, horarios, máquinas, etcétera.
Los trabajadores de Metro, desde nuestro puesto de trabajo, también hemos de implicarnos para impedir esa intromisión en nuestro trabajo y funciones.
Desde Solidaridad Obrera seguimos luchando contra estas prácticas de las empresas de seguridad privada y la participación de la Dirección de Metro de Madrid, SA.
Recordamos que también hemos denunciado la videovigilancia (y grabación) en las dependencias de Metro.- Secretario general de Solidaridad Obrera.
