Prohibido barrer las perforaciones de las papeletas

Depués de los miles de millones de dólares que se han gastado republicanos y demócratas en sus campañas y de las serias plataformas políticas presentadas por los candidatos, el próximo presidente depende ahora de las papeletas mariposa preñadas de Palm Beach. Las preñadas (ése es su nombre legal) son el centro del debate que se dirime en los tribunales sobre la legitimidad del recuento manual, y han creado un nuevo lenguaje sexual-jurídico. Los abogados de ambas parten arguyen con toda solemnidad ante los jueces que la "profundidad de las penetraciones que lograron los votantes jubilados de Palm Beach" fue distinta: "unas resultaron preñadas y otras fueron perforadas completamente".Los republicanos no quieren que se cuenten las papeletas preñadas porque al tener sólo una "barriga sin agujero" no son un indicio certero de que la intención del votante fuera de elegir a tal o cual candidato. Los demócratas, por supuesto, esgrimen que tanto derecho tienen las preñadas como las que fueron "perforadas a medias".

El asunto puede derivar incluso en una investigación criminal. Anteayer, los republicanos del condado de Broward enviaron de madrugada a un alguacil a que impidiera barrer el suelo de la sala donde se había hecho el recuento manual, para que así ellos pudieran recoger las perforaciones (a modo de confeti) que se habían caído. Luego las pusieron en una caja fuerte y las depositaron en el cuartel del sheriff como prueba de un presunto delito. "Las perforaciones de las mariposas no vuelan por sí solas, alguien las empuja", declaró el presidente del partido republicano local.

Los programas de sátira se están dando el banquete con las mariposas preñadas y con Katherine Harris, que desafiando al Tribunal Supremo anuló los recuentos. Bill Maher, el conductor del programa Políticamente Incorrecto de ABC comentó: "No es que quiera decir que la señora Harris sea subjetiva ni partidista, pero acaba de ser nombrada embajadora ante el culo de Bush".