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EL RETO DE LA DIVERSIDAD

Pujol defiende que se dé un trato de favor a los inmigrantes para facilitar su integración

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, defendió ayer que las administraciones concedan un trato de favor a los colectivos de inmigrantes para facilitar su integración, aunque advirtió de que esa discriminación positiva ha de ser moderada para que pueda ser asumida por la mayoría de la sociedad y no ha de ir en detrimento de la identidad catalana. Según Pujol, la actuación de la Generalitat está encaminada a la integración y ha ido mucho más allá que las de otras administraciones en aspectos como la sanidad, la educación y la vivienda, aunque admitió que todavía queda mucho trecho por recorrer.

Seguridad ciudadana

Pujol realizó estas reflexiones durante la conferencia que dio anoche, sobre La inmigración: retos y oportunidades, en la nueva sede del Instituto Catalán del Mediterráneo, en la calle de Girona de Barcelona. La conferencia inauguró un curso para profesionales sobre las políticas de inmigración que durará hasta junio.Después de la polémica que generaron hace unas semanas otras declaraciones de Pujol según las cuales se debían poner "ciertos límites" a las reivindicaciones de los inmigrantes, el presidente de la Generalitat fue ayer contundente en la defensa de los derechos de este colectivo, aunque también recordó que han de existir deberes. Tras repasar la actuación de la Generalitat en los últimos años y la iniciativa de la coalición que lidera para impulsar la vigente Ley de Extranjería, Pujol concretó hacia dónde se han de dirigir las políticas institucionales para favorecer esta discriminación positiva.

A modo de ejemplo, el presidente de la Generalitat aseguró que "los pisos de carácter social se han de dar a la gente con hijos y poco dinero", y la mayoría de ellos son precisamente inmigrantes, dijo. Para remachar su pensamiento, explicó la anécdota de un alcalde que fue a verle y le explicó que si actuaba de esa manera, debía otorgar el 70 % de los pisos de protección social de su municipio a suramericanos y subsaharianos, y que eso le provocaría un conflicto con la mayoría de los vecinos. "Lo que le contesté al alcalde, no lo explico", apostilló Pujol. Poco antes había explicado también que se debe evitar la formación guetos, pese a que en ocasiones esas actuaciones generen reacciones en contra y no sean entendidas por la mayoría de los ciudadanos.

Esa discriminación positiva tiene unos costes económicos adicionales que, según el presidente de la Generalitat, deben ser asumidos por las administraciones. Y citó también el ejemplo de los escolares hijos de inmigrantes de lengua no castellana que llegan a Cataluña y que durante meses se someten a un curso intensivo de inmersión lingüística al margen del circuito educativo, al que se incorporan después.

En esta relación de actuaciones, Pujol afirmó también que debe garantizarse la seguridad ciudadana para evitar que se culpe a la inmigración de las situaciones de delincuencia. Y fue claro al pedir que se actúe de forma decidida contra las bandas organizadas de inmigrantes que se dedicadan a desvalijar pisos aparecidas en los últimas semanas en Barcelona. "Que nadie se ofenda, pero esas personas perjudican mucho a toda la sociedad". También pidió una actuación decidida contra el racismo, empezando por las escuelas, y pidió que las administraciones actúen "sin complejos de culpabilidad", en referencia al caso de otro alcalde que, tras sofocar una revuelta en su barrio contra un impuesto municipal que no querían pagar los vecinos, consiguió que éstos dieran su brazo a torcer, excepto tres inmigrantes, que le acusaron de racista en un diario local por querer cobrarles esa tasa. Al final, ellos se salieron con la suya y no pagaron.Pujol recordó en varias ocasiones durante su conferencia que las actuaciones en favor de los inmigrantes nunca han de ir en detrimento de la identidad catalana y acabó recordando que hace unos días envió una carta al presidente del Gobierno, José María Aznar, en la que le pedía que se fomenten las inversiones en Marruecos para favorecer el desarrollo de ese país y frenar así la inmigración.

Manolo S. Urbano

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