Una serie sobre el beato Padre Pío logra audiencias millonarias en Italia

"Todo con Padre Pío" podría ser el lema de la Radiotelevisión Italiana (RAI), porque gracias al fraile capuchino beatificado en abril del año pasado por el Papa, la primera cadena de la televisión pública se apuntó el domingo un éxito de audiencia, muy por encima de su gran rival, Canal 5, del grupo privado Mediaset, que triunfa con la emisión de Gran Hermano. Más del 42% de los espectadores (12,1 millones de personas) sintonizaron la RAI 1 para ver la miniserie Padre Pío. Entre el cielo y la tierra, interpretada por Michele Placido y realizada por la productora Lux. Este telefilme se suma a la constante atención que la cadena pública italiana dedica a los temas católicos.

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La miniserie, cuyo segundo episodio se emitió el lunes, es un melodrama edulcorado, repleto de tópicos, que relata la vida de Francesco Forgione (más conocido como Padre Pío, el fraile de los estigmas, adorado en el sur de Italia), pero ha sido elogiadísima por el Vaticano, la propia RAI y los padres capuchinos. Francesco Gioia, secretario del Consejo Pontificio de los Inmigrantes, se ha deshecho en alabanzas a la ficción televisiva. "Un filme serio que demuestra la profesionalidad y el buen hacer de los que han trabajado en él", ha dicho. Gioia, casualmente, ha participado en la realización del mismo.

Por otra parte, el rodaje ha estado estrechamente vigilado por los capuchinos de San Giovanni Rotondo (sur de Italia), donde residió hasta su muerte, en septiembre de 1968, el famoso religioso. La congregación de San Giovanni Rotondo (donde se edifica en estos momentos una monumental iglesia en honor del fraile) tiene muchos motivos para venerar su memoria. Todos los días llegan al santuario del sur de Italia unos 20.000 fieles, una pequeña parte de la masa de seguidores del beato en todo el mundo, que se calcula en unos 15 millones. Una vez en San Giovanni compran estatuillas, camisetas y rosarios por un valor aproximado de 17.000 millones de pesetas al año.

Con este ejército de admiradores a su espalda se comprende el éxito de la producción protagonizada por Michele Placido, que, con todo, no ha llegado a superar en audiencia al programa que difundió en abril pasado Canal 5, algo más digno y mejor realizado desde el punto de vista técnico.

La propia ceremonia de beatificación de Padre Pío, un fraile con fama de haber realizado numerosos milagros, obtuvo una nada desdeñable audiencia televisiva. Casi seis millones de personas siguieron la retransmisión directa realizada por la RAI, que duró cinco horas. Posteriormente, Padre Pío ha dado nuevos ejemplos de popularidad televisiva, congregando audiencias millonarias ante la pequeña pantalla cada vez que se debate sobre su vida y (nunca mejor dicho) milagros.

La inclusión de temas católicos es una constante en la programación de la RAI, que no descuida jamás las apariciones públicas del Pontífice. Sábados y domingos ofrece un programa religioso, A sua immagine. El sábado por la mañana interviene un sacerdote bajo la rúbrica Jubileo 2000, y por la tarde, a las 18.10, comienza el programa Le ragioni della speranza, que pretende ofrecer a los espectadores una interpretación lo más completa posible del Evangelio. Los domingos por la mañana, entre las 10.30 y las 11.50, la RAI 1 emite una especie de magazine de comunicación religiosa que incluye la retransmisión en directo de la misa (casi siempre la oficiada o presidida por el Papa), un breve noticiario de actualidad religiosa, seguido de una nueva conexión directa con la plaza de San Pedro para escuchar el ángelus, al mediodía, y, por último, un comentario a las palabras del Pontífice.

Los informativos de la RAI recogen los actos protagonizados por Karol Wojtyla, y la cadena encuentra siempre hueco en la programación (incluso los domingos por la tarde) para dedicárselo a los católicos. No es casual, seguramente, que el telefilme sobre la vida de Padre Pío haya sido realizado bajo supervisión de los capuchinos, en un intento de hacer confluir sobre él todos los aplausos.