Soberanistas y moderados, satisfechos con el reparto de poder en la ejecutiva de Convergència
El congreso que ha lanzado al consejero de Economía catalán, Artur Mas, como sucesor de Jordi Pujol no ha resuelto los conflictos de fondo en Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), pero ha evitado nuevos problemas. La elección de Mas como secretario general y la creación de una ejecutiva -con mayoría radical- en la que se ha integrado al sector nacionalista moderado del partido ha satisfecho a tirios y troyanos. La agenda de CDC y de sus aliados de Unió continuará cargada de asuntos que esperan solución y que deberán resolverse antes de las próximas elecciones autonómicas.
De momento todos están contentos. Entre los 10 nombres propuestos por el secretario general -la ejecutiva la integran 41 miembros- hay dos personas vinculadas al sector moderado. Se trata de Josep López de Lerma, vicepresidente cuarto del Congreso y diputado de CiU, y la ex consejera de Gobernación de la Generalitat Maria Eugènia Cuenca. Esta última recibió un importante voto de castigo de los casi 2.000 delegados. Sólo fue respaldada por el 44%, mientras que López de Lerma obtuvo el 64%. Los moderados expresaron ayer su satisfacción por el hecho de no haber sido barridos, ya que ellos se consideran depositarios de la herencia roquista, del "catalanismo posibilista que ha defendido nuestro partido a lo largo de toda su historia", según un miembro de Catalanisme i Progrés. Este colectivo moderado considera que el partido es mucho más que la militancia y por tanto se debe a la sociedad catalana más que a un problema de mayorías de delegados. Catalanisme i Progrés afirma, además, que no hubo tiempo para hacer campaña y que también fueron víctimas de un voto de castigo. Maria Eugènia Cuenca obtuvo hace cuatro años, en el 10º congreso de CDC, unos resultados por encima del 70% y fue la segunda candidata más votada. Ahora, en el congreso del pasado fin de semana, se han vuelto las tornas. Los moderados son los castigados y los soberanistas los premiados. El diputado Carles Campuzano y el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, obtuvieron mayorías superiores al 80%. "Buena parte de los contenidos que sugeríamos han sido incorporados a las ponencias", afirma un representante de este sector ahora mayoritario. "Los delegados han puesto de relieve a quién dan su respaldo", añadió la citada fuente. En todo caso, reconocen que no han forzado la máquina. El domingo de madrugada, reconocen, la ponencia ideológica que presidía Artur Mas rechazó una enmienda favorable a la independencia, cuando quienes la presentaban sumaban mayoría.
Pero al margen de moderados y radicales, el congreso aparcó la fórmula que en el futuro los vinculará a sus socios de Unió Democràtica. Esta formación consideró muy positivo el congreso de sus aliados; pero ayer señaló a través de su portavoz, Jordi Casas, que también aspira a ser el eje del panorama político catalán, papel que el congreso de CDC se atribuyó.
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