La incertidumbre electoral en EE UU provoca fuertes altibajos en las bolsas de todo el mundo
Los inversores parecen haber decidido sentarse sobre su dinero y esperar a que se resuelva el embrollo electoral en Estados Unidos. Y no sólo el de aquel país, puesto que el miedo ante las posibles consecuencias de una situación totalmente atípica se ha adueñado de todos los mercados. Una semana después de las elecciones, aún no se sabe quién sustituirá a Bill Clinton como presidente de Estados Unidos, y en las bolsas de todo el mundo nadie se aventura a comprar hasta que se despeje una incertidumbre que está provocando fuertes altibajos en los índices bursátiles.
Dinero en efectivo
Los inversores de todo el mundo están más que preocupados por los derroteros que ha tomado el proceso electoral estadounidense, con serias dudas sobre el ganador y respecto de la calidad del sistema. "La incertidumbre siempre es mala para los mercados, y mientras persista la incertidumbre en torno al ocupante de la presidencia, es improbable que los índices se recuperen", explicó Julio Márquez, uno de los directores del fondo de inversiones Global Emerging Markets.Decisiones que podrían haber llevado unas horas se están retardando semanas. "Las políticas económicas de ambos candidatos eran bastante distintas, y no podemos trazar una estrategia de inversiones", añadió Márquez, "hasta que sepamos si será George W. Bush o Al Gore, y si, sea quien sea, el nuevo presidente mantiene capacidad de liderazgo después de todo esto".
En Wall Street reina un cierto desánimo. Y no sólo por la incertidumbre. La gran mayoría de los operadores apostaban por una victoria de Bush, que ahora ha quedado temporalmente en el aire. "La impresión es que, aunque al fin gane Bush, estará muy debilitado y le será muy difícil aplicar sus rebajas de impuestos", dijo el directivo de Global Emerging Markets.
El mercado ha hecho ya tabla rasa. En vísperas del 7 de noviembre, valores como los farmacéuticos y los del tabaco habían subido de forma notable, en anticipación del triunfo de Bush, que prometía mantener más o menos libre el precio de los medicamentos y acabar con los macroprocesos contra los fabricantes de cigarrillos. Ayer, tanto Philip Morris como las farmacéuticas Merck y Johnson & Johnson perdieron todo lo ganado a principios de mes.
"Ahora mismo", declaró Bryan Piskorowski, analista de Prudencial Securities, "todo el mundo prefiere tener efectivo en las manos". El cash generado por las ventas de acciones permanecerá en ese estado líquido hasta que empiece a verse con claridad cómo será la política estadounidense durante los próximos cuatro años. Y esto también vale para el resto del mundo, ya que Estados Unidos es el modelo a seguir, en términos muy amplios. Las bolsas europeas cayeron ayer con fuerza, aunque consiguieron recuperarse en algunos momentos. Madrid perdió el 0,40%, París un 1,79%, Francfort el 1,60% y Londres el 1,96%, aunque la peor parte se la llevaron los valores tecnológicos y de telecomunicaciones. El Dow Jones perdió ayer 0,81%, y acumula una pérdida del 3,97% desde el día de las elecciones, casi la mitad de lo que cae en el año (8,52%)."La confusión por el resultado de la elección presidencial puede retrasar una recuperación del precio de las acciones en este trimestre, pero no eliminarla", afirmó Christine Callies, jefa de estrategia de inversiones en Merrill Lynch, en una nota remitida a sus clientes. "Creemos", seguía la nota, "que los potenciales compradores sólo están esperando a que se resuelvan las elecciones para poner en práctica sus programas de inversiones para el año próximo".
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