Recuerdo a las víctimas de ETA en la celebración de la Almudena

La festividad de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid desde 1948, fue celebrada ayer en la plaza Mayor en un acto religioso de rito católico que congregó a varios miles de personas. Ofició el cardenal arzobispo Antonio María Rouco, que en su homilía recordó a las víctimas del terrorismo etarra. La eucaristía fue concelebrada por el nuncio papal, el arzobispo castrense, los obispos de las diócesis madrileñas de Alcalá y Getafe, más los obispos auxiliares de la archidiócesis. Al acto asistieron José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid, y el presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, entre otras personalidades. Numerosas organizaciones madrileñistas, el Centro Gallego -que llevó una banda de gaiteros y gaiteras-, así como damas y corte de honor de la Virgen de la Almudena, tocadas de mantilla española, junto con miembros de casas regionales con atuendos típicos de sus comunidades, participaron en una vistosa procesión que recorrió la Puerta del Sol, la calle del Arenal, la plaza de Isabel II y la catedral de Nuestra Señora de la Almudena. Allí, el cardenal arzobispo de Madrid bendijo tres nuevas puertas en bronce, esculpidas por el artista Luis Sanguino, burgalés nacido en 1934. En ellas figuran efigies del papa Juan Pablo II, los Reyes y otras personalidades y símbolos madrileños.