"El deporte se ha convertido en el derecho del pueblo"
Nunca ha practicado el deporte de competición, pero es una "apasionada" de esta actividad. Por eso, Teresa González Aja (49 años) enseña Historia del Deporte a universitarios y pertenece a la Academia Olímpica, un reducto para la difusión del espíritu olímpico, tarea "infructuosa" que le ha conducido a Bilbao como ponente de la II Semana Olímpica de la UPV.Pregunta. ¿Considera un arte el deporte?
Respuesta. No. Entre Las meninas, una sonata de Mozart y un señor saltando una valla hay unas diferencias abismales. El deporte puede ser una expresión de la sensibilidad, pero no es un arte.
P. ¿Por qué tiene tanta importancia en la sociedad actual?
R. El deporte nace como una invención de los ingleses, a finales del siglo XIX, que acuñan el término sport. Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Inglaterra descubrió la fuerza del deporte como instrumento de propaganda política, lo que impulsó definitivamente el deporte. Hay un mundo entre los apuros del barón de Coubertin para lanzar los Juegos de 1896 y las peleas actuales de las multinacionales por figurar en ellos.
P. ¿Es el deporte el opio del pueblo?
R. Todavía no hemos llegado a los niveles de violencia que se daban en el mundo romano. Estamos todavía en el equivalente al periodo imperial: se utilizaba el deporte y se le daba al pueblo, cada vez se daba más deporte al pueblo y cuanto más se le daba, más reclamaba. En Roma, había deporte la mitad de los días del año y aquí hay fútbol en la tele en proporciones similares. El deporte se ha convertido en el derecho del pueblo, el derecho a la diversión y esto es incontrolable. Así pasó en Roma hasta que se eliminó el deporte para atajar el problema. Estamos llegando a niveles parecidos: lo vimos con Figo, insultado por traidor.
P. Antes sólo podían competir los nobles. ¿Cree que ahora el deporte es el camino que eligen algunos para ennoblecerse?
R. La Revolución Industrial permitió al pueblo imitar las modas, entre ellas la de practicar deporte. Hay deportes, como la vela o la hípica, que conservan una gran connotación nobiliaria.
P. Los atletas de la Grecia antigua competían de acuerdo a la búsqueda de honor, lucha y trofeo. ¿Tiene esto vigencia hoy en día?
R. Sí, la tiene. El que lograba una victoria olímpica conseguía una exención de impuestos de por vida. El dinero es esencial, y el honor lo sigue siendo y la lucha es el camino que lleva a ambas cosas.
P. ¿Tienen los Juegos algún valor no mercantil?
R. Sí, porque todavía consiguen conmover y hacer vibrar al público. Incluso lo negativo nos toca: nos decepcionamos al saber que un campeón se dopa. Los deportistas todavía no son máquinas.
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