176 empresas españolas emprenden una ofensiva comercial en China

"España no puede permitirse el lujo de estar ausente de un mercado como el chino, que en los próximos años va a crecer extraordinariamente, no sólo por factores intrínsecos, sino también como resultado de su adhesión a la Organización Mundial de Comercio". El Príncipe de Asturias inauguró ayer con estas palabras Expohabitat 2000, la feria española de la decoración interior y exterior y de materiales para la construcción. En ella participan los responsables de 176 empresas españolas.

La feria se desarrolla en la ciudad de Shanghai, donde habitan más de 13 millones de chinos y a la que se considera símbolo de la apertura económica del país. Al este del río Huangpu, que divide en dos la ciudad, se ha levantado otra "gran muralla" de grandes edificios de oficinas donde hace apenas unos años sólo existían campos de arroz. En los últimos cinco años, la superficie edificable se ha multiplicado por dos y unos tres millones de familias chinas han comprado una vivienda. A este mercado quieren acceder las 176 empresas españolas que participan en Expotecnia 2000, feria organizada por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) y en la que se han invertido 1.200 millones de pesetas. Reúne sectores como el de mobiliario de hogar y oficina, iluminación, complementos de decoración, pavimentos y revestimientos cerámicos y piedra natural, entre otros.

La mayor parte de las empresas proviene de la Comunidad Valenciana, Cataluña, La Rioja, el País Vasco y Madrid. Durante el desarrollo de la feria se llevará a cabo entre empresas chinas y españolas en el que están sobre la mesa unos 250 proyectos de inversión no sólo en construcción, sino también en medio ambiente, sector agroalimentario y turismo.

Hasta el momento, las empresas españolas que están instaladas en la República Popular de China -Alsa y Chupa-Chups son las más conocidas- no llegan a representar el 3% de la presencia europea en el país. Las exportaciones españolas a China suponen menos del 1% de nuestras ventas al exterior, mientras que nuestras importaciones del país asiático alcanzan el 3% del total. La economía china está creciendo en los últimos años a un ritmo del 10% y se encuentra embarcada en un ambicioso plan de modernización.

"Los empresarios españoles están aún a tiempo de colaborar en este proyecto, convirtiéndose en socios solventes para las empresas chinas, aportando sus conocimientos tecnológicos de vanguardia, su experiencia internacional y sus modernas técnicas de gestión", dijo el príncipe don Felipe durante la inauguración de la feria ante las autoridades municipales de Shanghai; el presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana; y el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa. También asistió en representación de CEOE su secretario general, Juan Jiménez Aguilar.

La Unión Europea y China han suscrito hace unos meses un acuerdo sobre desarme arancelario -entre un 8% y un 10% de rebaja para 150 productos europeos- como paso previo a la incorporación del país asiático a la Organización Mundial del Comercio. Recientemente, España y China han firmado un acuerdo financiero por dos años que alcanza los 700 millones de dólares (135.000 millones de pesetas) en créditos blandos cuyo objetivo es abrir camino a la participación de empresas españolas en proyectos de inversión en infraestructuras.

El Príncipe de Asturias destacó que las empresas españolas no sólo venden "calidad y durabilidad", sino además "la creatividad reconocida universalmente en campos como la pintura o la arquitectura y que tiene su reflejo también en los sectores y productos presentes" en la feria que se clausura el próximo domingo. Don Felipe animó a los exportadores españoles a aumentar la reducida presencia comercial e inversora que las empresas tienen en China en la actualidad. Otra muestra de esa creatividad la dio ayer el bailarín Joaquín Cortés que dentro de los actos culturales paralelos a la Expohabitat, ofreció su espectáculo Soul en el Gran Teatro de Shanghai.