La salinidad es la segunda causa, tras la erosión, del deterioro del suelo

La salinidad, debido al uso de agua en malas condiciones para el riego de los cultivos, es la segunda causa, tras la erosión, del deterioro del suelo mediterráneo, según puso de manifiesto ayer en Alicante Jose Gumuzzio, profesor de Edafología de la Universidad Autonóma de Madrid.El experto fue uno de los ponentes del curso sobre Problemática ambiental en suelos mediterráneos, que se celebra esta semana en Alicante. A juicio del profesor, las áreas de la Comunidad más afectadas por la salinización son aquellas donde la actividad agrícola es más intensa, como La Plana, en Castellón; La Ribera, en Valencia, y La Vega Baja, en Alicante. Sin embargo, señaló que no existe un estudio riguroso para cuantificar la extensión de terreno afectado.

El especialista, al igual que el resto de colegas que han intervenido hasta ahora en las jornadas, resaltó la "buena calidad de los suelos mediterráneos".

Gumuzzio señaló que la salinización de los suelos se puede frenar mediante técnicas de perfeccinamiento de los regadíos y el aporte de aguas a las zonas deficitarias para evitar la sobreexplotación de los acuíferos. El ponente insistió en la necesidad de elaborar una cartografía detallada sobre las diferentes calidades del suelo y, en función de ellas, fijar los usos.